Queda un mes para algunos e.lecciones elementales en el que parte de la población venezolana tiene grandes esperanzas. Votar en las condiciones más desfavorables.
Después de tantas decepciones, es difícil mantener la fe de la gente en un cambio incruento en un país que ha sufrido más de un cuarto de siglo de desintegración y destrucción, dejando a muchos sin perspectivas de futuro.
Ni siquiera los que lo crearon. pide disculpas al régimen Pueden dar esperanza; sólo necesitan inventar a los culpables y asignarles la responsabilidad de sus interminables fracasos.
La población está profundamente insatisfecha, desilusionada y deprimida.: Casi una cuarta parte -en su mayoría jóvenes y empresarios- ya han votado con los pies, buscando un futuro en otras latitudes. Otros caen en el escepticismo o la indiferencia.
La cosa es Estamos ante un régimen y un proyecto -si es que lo hubo- que ha fracasado completamente., vacíos, donde apenas queda un coraje glorioso, se jactan de lo que fundamentalmente les falta: independencia, soberanía, dignidad. Simplemente viven con miedo.
Entonces, ¿qué se puede esperar de algunos? primarias con 13 candidatos – ¿Con varios descalificados por el régimen, así como algunas opciones no participantes? Está claro que ellos por sí solos no pueden lograr los cambios que nos permitirán emprender el camino drástico de la recuperación nacional. No son ni una varita mágica ni una cura rápida para todos nuestros males.
Pero nos enfrentamos a un régimen estéril: sólo sabe correr hacia adelante, la base de apoyo se reduce constantemente, después del ascenso inicial no añade ni un solo seguidor. Estas primarias son una oportunidad importante para desafiar con vehemencia el sistema..
Además de determinar qué postulados son capaces de movilizar el mayor apoyo, Las propias primarias son una manera de sumar todas sus voces y expresar el rechazo decidido de la ciudadanía a lo que hoy se nos presenta.
¿Qué contienen para la gran mayoría de los votantes? No, pero permiten distinguir un segmento importante de la población que desde hace un cuarto de siglo está dispuesto a rechazar militantemente los intentos de establecer una hegemonía política con objetivos totalitarios en este país. Cuanto más involucrados, más fuerte será el mensaje. Está claro lo que el régimen quiere desalentar.
Y si lo que el régimen intenta impedir es una participación masiva, con mayor razón para que se expresen el mayor número posible de venezolanos. ¿Similar o más preciso?
Antonio A. Herrera-Vaylant
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