Nuevas investigaciones ordenadas por las autoridades españolas han demostrado que un empresario del país europeo prestó sus servicios a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para espiar al expresidente ecuatoriano Rafael Correa y a sus homólogos argentinos, Cristina Fernández y Luiz Inácio Lula Da Silva. .
La información se obtuvo según un nuevo volcado de la computadora portátil del empresario David Morales, propietario de la empresa española de seguridad UC Global, SL. La revisión fue ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien lo investigó durante tres años por varios delitos.
El exmilitar había sido contratado por el gobierno de Correa para cuidar la seguridad de la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encontraba refugiado Julian Assange. Morales ordenó a sus trabajadores espiar las reuniones del fundador de WikiLeaks con sus abogados, pero también lo hizo al presidente ecuatoriano, especialmente cuando dejó el cargo, para pasar información a su sucesor y opositor político, Lenín Moreno.
Sofía y Anne, las dos hijas de Correa, tuvieron instalados en sus móviles en dos ocasiones troyanos (virus disfrazados de programas legítimos) de la empresa Tradesegur, dos iPhone 5 entregados por la empresa española en 2014, cuando su padre era presidente Los troyanos permitieron el control total de todos sus mensajes y conversaciones mientras las jóvenes estudiaban en Francia. Sus padres no están informados.
Según el nuevo análisis de la laptop de Morales incautada por la policía tras su arresto en 2019, el nombre de la CIA aparece varias veces en un disco duro externo de la marca Western Digital en el que archivaba los proyectos y operaciones en las que participaba. su empresa UC Global, SL.
La evidencia incriminatoria
Correa fue espiado por varios canales, con el conocimiento de la CIA y la complicidad del gobierno de Lenín Moreno, hasta que la presidencia ecuatoriana ordenó la cancelación del contrato.
Cuando el nuevo ejecutivo ecuatoriano canceló el contrato de seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres, donde vivía Assange, Morales se sintió traicionado y le confesó al gerente de UC Global, SL en Ecuador que le había entregado la información privada de Correa a su enemigo político.
“El que va a hablar con el presidente soy yo (…). Me arriesgué por ellos (…). También me filtraron las cosas que les pasé de Correa (…). Qué ¿Creen que estoy engañado?, indican correos electrónicos interceptados por la investigación. Se encontró una carpeta de Dropbox llamada President en su computadora. Documentos para ser enviados a la Presidencia, supuestamente la de Ecuador. Correa interpuso una denuncia contra Morales que fue admitida a juicio en la Audiencia Nacional.
Retratos íntimos y chantaje
En un pendrive DK de 4GB propiedad de Morales que estaba escondido en la caja fuerte de la sede de la empresa, en Jerez de la Frontera, imágenes del contenido íntimo de un miembro del servicio diplomático ecuatoriano adscrito a la Embajada de Ecuador en Londres. A pesar de su importancia incriminatoria, este material no figura entre los que la policía envió al juez Pedraz durante el primer volcado.
Uno de los tres testigos protegidos que declararon en el caso de Assange contra el dueño de la empresa entregó al juez un informe con fotos íntimas de este diplomático. Las imágenes procedían del disco duro privado de esta persona, que fue copiado una noche por uno de los trabajadores de UC Global, SL.
El informe con este material íntimo fue enviado por Morales en Quito a Bolívar Garcés, director de la Senain, el servicio secreto de Ecuador, cuando le dijeron que iban a cancelar su contrato de seguridad en la embajada de Londres.
De las conversaciones de WhatsApp entre el exmilitar y sus trabajadores se deduce que intentó utilizar las fotografías como chantaje para no perder el contrato que finalmente le fue adjudicado a una empresa ecuatoriana. «Quiero usar las imágenes (…). Para colgarlas». “Por cierto (…), tienes el informe que se hizo (…), creo que lo destrozaste (…), ¿no?”, dice en un correo electrónico. Morales justificó tener estas imágenes en su poder con un hallazgo fortuito durante un “análisis de seguridad” de la computadora del afectado y que al ver su contenido decidió comunicárselo al director de la Senain.