
El lunes 17 de julio, Neirelys, una joven antisocial de 17 años, asesinó a Rosmar Infante Contreras luego de que ella se negara a darle su teléfono celular para verificar con quién estaba hablando. El hecho ocurrió en el sector Barrio Nuevo de Caucagüita, municipio Sucre, estado Miranda.
La joven estaba en una fiesta con unos amigos en Turumo, cerca de su lugar de residencia. Estuvo en el sitio compartiendo con su banda casi toda la noche del domingo, pero no lo vieron hasta pasada la medianoche. Pensaron que estaba con alguien que conocían y siguieron compartiendo. Recién por la mañana se enteraron de que lo habían asesinado.
Testigos presenciales dijeron que la joven fue abordada por un delincuente en la zona y le pidió su teléfono móvil. Varias veces le exigió que le entregara las conversaciones para revisarlas, pero se negó. El sujeto, con ayuda de otros cómplices, lo somete y lo lleva a la calle Libertador del Barrio Nuevo, Caucaguita, donde le dispara 4 tiros en el rostro en plena vía pública. Personas antisociales huyeron del sitio con el teléfono de la víctima.
Comisiones del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Criminalísticas y Criminalísticas arribaron al lugar a las 10 a.m. para exhumar el cuerpo e iniciar las investigaciones. Toman la venganza como motivo de acción.
Aún no se sabe si lo mataron por informar a la policía sobre la presencia de antisociales o si tenía alguna relación con el asesino.
Infante había terminado el bachillerato y se preparaba para estudiar en la Universidad Nacional Experimental de Seguridad (UNES) porque quería ser policía.
el punto opuesto