La próxima cumbre que une a los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), despierta la atención de la opinión pública mundial por las posiciones asumidas por algunos representantes de América Latina en defensa de algunos abusivos acciones de las naciones europeas.
Entre los líderes que se espera generen más polémica está el brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, quien la semana pasada confirmó su asistencia al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien ocupa la presidencia pro tempore de la Unión Europea.
El presidente brasileño calificó de «inaceptable» la última propuesta del bloque europeo sobre el acuerdo con Mercosur y se mostró partidario de cerrar un acuerdo de «asociación». Lula también ha sido un duro crítico de las políticas ambientales de Europa, diciendo que los países industrializados deben pagar «por el daño climático que han causado».
También se espera cierta polémica por la asistencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, aunque el mandatario caribeño dijo que habría favorecido la cordialidad. “Cuba participará activa y muy constructivamente en las relaciones entre la UE y América Latina”, dijo un comunicado de la presidencia cubana.
Cuba toma una posición firme contra el sistema de medidas coercitivas aplicadas unilateralmente por algunos países de la Unión Europea, que viola todas las convenciones del derecho internacional.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también asistirá a la reunión. Colombia impulsa temas como el canje de deuda por acción climática, la transición verde, la conectividad digital y la inversión en áreas estratégicas para el desarrollo del país.
El presidente argentino, Alberto Fernández, también formará parte de la reunión en Bruselas. El presidente enfrentará los espinosos problemas de la deuda de su país y por primera vez el problema de Las Malvinas podría ser discutido en un foro de esta magnitud.
Los países miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) exigirán a una sola voz que Europa repare los daños causados por la trata de esclavos durante siglos, utilizando estas islas como base de operaciones.
ausencias obvias
Como es costumbre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no asiste a este tipo de eventos. Pero en esta oportunidad, el gobierno mexicano expresó su disconformidad con la posición del bloque europeo, que pidió a los países de la CELAC no criticar la política expansionista de la OTAN y su papel en las tensiones de la guerra mundial.
Tampoco asistirá el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El polémico presidente, criticado por algunos gobiernos europeos por su forma de afrontar la inseguridad en su país, enviará a su lugar a la canciller Alexandra Hill.
Ni los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; de Venezuela, Nicolás Maduro; ni la cuestionada presidenta de Perú, Dina Boluarte. En estos casos, sus respectivos cancilleres asistirán en representación de sus países.