
El próximo 14 de julio nos enteramos de la sincera desaparición física de Doña Irma de Zambrano, quien era una dama en toda la extensión de la palabra.
Fina, educada, muy cordial, agradable, fácil de conversar y excelente anfitriona, así la conocimos hace más de cuatro décadas cuando llegó a Guyana procedente de Colombia, su tierra natal. En Guyana, trabajó y vivió con su amado esposo Don Julio Zambrano, otro gran amigo y distinguido caballero de buen humor y excelente trato.
Hoy, tras conocer tan lamentable hecho, desde la Junta Directiva de El Diario de Guayana enviamos a nuestro buen amigo Julio Zambrano, a sus hijos: Rocío, Yenny, Luis y Diego Zambrano, nuestras más sinceras palabras de pésame, extendiéndolas a todos sus niños. familiares y amigos amigos por tan irreparable pérdida. Asimismo, elevamos nuestras oraciones al Todopoderoso por el eterno descanso de su alma.
Sus restos fueron cremados esta mañana en el Cementerio Jardines del Orinoco de esta ciudad.
Vuela alto querida y apreciada Irma, estamos seguros que Dios tendrá un lugar muy especial para ti. EDG