Unos 180 detenidos y 170 policías heridos, es el balance de la segunda noche de protestas en París por la muerte de un joven de 17 años a manos de la policía, dijo el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, según a las agencias.
Por eso, el jueves Francia desplegará 40.000 policías y gendarmes, 5.000 de ellos en París y otros 2.000 en Nanterre, un suburbio 15 km al oeste de la capital, donde la madre del joven asesinado pidió una «revuelta». una «marcha blanca» de solidaridad.
El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó este jueves la «violencia» contra las «instituciones», que calificó de «injustificable», tras una segunda noche de disturbios en numerosas ciudades francesas.
«Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, municipios y, por tanto, contra las instituciones y la República (…) Esos no son justificables», dijo Macron en el Elíseo. .
El miércoles, cientos de personas indignadas por el asesinato del joven llamado Nahel, incendiaron escuelas en varias ciudades como Tourcoing (norte), comisarías como Rouen (noroeste), e incluso municipios, como Garges-lès- Gonesse, en más de 66 vehículos solo en Estrasburgo (noreste).
Nahel fue asesinado a tiros por un policía en un control de tráfico en Nanterre.
El mismo día de los hechos comenzó a circular en redes sociales un video con imágenes de lo ocurrido, lo que inició manifestaciones públicas de descontento y fuertes críticas a la actuación del agente que disparó, quien se encuentra detenido por el delito de homicidio doloso.
Según la fiscalía, «las condiciones legales» para el uso del arma «no existen».
La fuga del joven terminó a unos metros de distancia, cuando se estrelló contra un poste.