El Gobierno uruguayo declaró este lunes emergencia hídrica para la zona de Montevideo y sus alrededores, cuyo suministro actual de agua se ve afectado desde mayo por una sequía prolongada, según las agencias.
Así lo informó el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien adelantó que esta decisión se tomó para “tener procesos judiciales más rápidos y fáciles” respecto a una obra que permitirá otra fuente de agua potable.
Según el presidente, está previsto construir tanto un embalse como «una obra de infraestructura con cañerías» en el río San José.
«Los trabajos en el embalse comienzan mañana. La OSE (Administración Nacional de Obras Sanitarias del Estado) ya encargó a Brasil el ducto y un ducto plástico a Argentina y tendremos llegadas semanales de algunas imágenes», explicó, según EFE.
Según Lacalle Pou, el plazo máximo previsto para finalizar esta obra es de 30 días y luego se anunciará si por la incorporación de esta fuente la calidad del agua suministrada «se deteriora o hay algún cambio».
Por otro lado, el mandatario aseguró que el agua embotellada estará exenta de impuestos, lo que involucra algunas resoluciones por decreto y otras por legislación, a través de un proyecto que el Ejecutivo enviará el martes a la Legislatura, indicó a Telesur.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Uruguay ha pedido a la población de Montevideo que evite agregar sal a los alimentos por el aumento de sodio en el suministro de agua.
Estas medidas se suman a la voluntad de garantizar un abastecimiento especial, sin aumento del nivel de sodio y cloro, para hospitales y otros centros de atención a ancianos y niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. En cuanto a la inversión, el primer ministro uruguayo dijo que rondaría los 20 millones de dólares.