Babe Ruth le dio tal golpe a cierto árbitro que el pobre hombre cayó al suelo, detrás del plato. El gigante bonachón, el caballero de la sonrisa de niño, el gran ligador del buen corazón y las mil historias exaltadas, tuvo su día negro hace 106 años el jueves de la próxima semana, porque sucedió el viernes 22. junio de 1917.
La tarde en Boston era cálida, soleada, y Babe, entonces de los Medias Rojas, había subido al montículo para enfrentarse a los Senadores de Washington. El árbitro de home era Clarence (Bricks) Owens, un veterano de cinco temporadas en ese momento, uno de los más respetados, que se mantuvo en la profesión hasta 1937, participando en cinco Series Mundiales y 25 campañas.
George Herman (Babe) Ruth tenía 22 años y estaba en su cuarta temporada en las grandes ligas. Tenía un récord notable como lanzador, 67-34, 2.49, que lo había convertido en el mimado del béisbol. Todavía no se lo consideraba un bateador de poder, ya que solo tenía siete jonrones de los 714 hits de su carrera.
Eran tan protectores con Babe en ese momento que, especialmente en Boston, se dijo muy poco sobre cómo había caído el árbitro. Y lo espectacular que siguió a ese incidente sirvió para dejar de lado la agresión, pues se produjo un partido perfecto.
Los periódicos al día siguiente por supuesto publicaron el atentado, pero históricamente intentaron durante años mantener los hechos tras bambalinas, envueltos en perfección.
Muchos historiadores ni siquiera lo mencionan. Solo señalan cómo todo se convirtió en una combinación perfecta después de que expulsaron a Ruth.
Después de mostrar el poder de su puño contra el árbitro, Babe caminó hacia el dugout de primera base y cuando el manager, William E. Donovan, le preguntó…:
«Escucha, ¿adónde vas?»
Sin detenerse a caminar, ya camino de la casa club, respondió como si nada…:
«Bueno, nadie lo dijo, pero es natural que me expulsen del juego, ¿verdad?»
También expulsaron al receptor Chester (Pinch) Thomas por insultar a Owens, incluso sin golpearlo. Llamaron a Ernie Shore para lanzar, con Sam Agnew como receptor.
El enojo de Ruth se debió a que Owens dictaminó bolas de foul en los primeros cuatro lanzamientos de la tarde, en los que Ray Morgan, segunda base y primer bate de los Senators, se embasó. Ruth siempre decía que el segundo y el cuarto lanzamiento habían sido strikes.
The Babe, un espécimen raro que se muestra bate en mano
El poder de Ruth con el bate era desconocido para todos, incluido él. Durante su infancia y adolescencia, fue receptor (sí, un receptor zurdo) para el equipo del orfanato de Baltimore donde estudió y donde fue a jugar profesionalmente.
Llegó a los Medias Rojas a los 19 años, en 1914, porque tenía un brazo muy fuerte. Pero su swing al bate, (no existía el señalado), sirvió para demostrar una potencia nunca antes vista. En sus seis temporadas con el club de Boston, conectó 49 jonrones, ganó 89 juegos y perdió 46 como lanzador.
Durante el invierno de 1919, los Yankees advirtieron que podrían firmar a Babe, a quien veían como un jugador común, en lugar de un lanzador, debido a su condición de bateador.
Aunque tuvo foja de 3-0 como lanzador en 1920 y 1921, preferían verlo lanzar la pelota. Durante esos dos años, envió 113 jonrones, ya establecido como un espécimen raro de batear. Nadie había conectado más de 16 jonrones en una temporada.