El Estado uruguayo asumirá hoy la responsabilidad por los crímenes de la dictadura en el país, en particular los asesinatos de tres jóvenes conocidas como “las niñas de abril”, y la desaparición de otras dos personas.
Es una respuesta a un veredicto de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó a Uruguay por los asesinatos de Diana Maidanik, Silvia Reyes y Laura Raggio y las desapariciones durante ese período (1973-1985) de Luis Eduardo González y Oscar Tassino.
El Estado uruguayo fue culpable de la falta de respuesta al acceso a la información y fue condenado a tomar medidas reparatorias consistentes en continuar con las investigaciones, brindar tratamiento psicológico a los familiares de las víctimas y realizar un acto de reconocimiento público.
A pesar de las polémicas sobre cómo llevar a cabo el acto de reparación, los familiares de los desaparecidos han pedido a la ciudadanía que participe en el foro, que será presidido por la vicepresidenta de la República, Beatriz Armigón, en la Sala de i Passi Pérdidas de el Recinto del Congreso.
El foro será limitado y por invitación, una de las denuncias de quienes representan a las víctimas, aunque en el exterior se proyectará una pantalla gigante para que la ceremonia pueda ser seguida por la población.
“Aquí deberían estar todas las organizaciones y los cientos de personas anónimas que mantienen y mantienen viva la memoria. Los necesitamos junto a nosotros, nos necesitamos juntos, para saber dónde están y nunca más el terrorismo de Estado”, dijeron los familiares en un comunicado. declaración.
Explican que han optado por realizar un acto público para «reconocer el significado de estos cinco delitos», lo que implica «el reconocimiento de todo lo que desarrolló la política» y refuerzan «la necesidad de respetar la totalidad de la pena».
Además, solicitaron un mayor compromiso de los comandantes de las Fuerzas Armadas y del gobierno para obtener más información sobre dónde se encontraban los desaparecidos antes y después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973.
El 21 de abril se cumplieron 49 años de aquella trágica mañana de 1974, cuando efectivos militares y policiales masacraron a la embarazada Silvia Reyes, de 19 años, ya sus dos acompañantes, Laura Raggio y Diana Maidanik, ambas estudiantes de psicología.
Luis Eduardo González tenía 22 años cuando fue secuestrado de su casa en diciembre de 1974. Sufrió torturas que le provocaron la muerte ese mismo año.
El 19 de julio de 1977 se llevó a Óscar Tassino, empleado de la empresa eléctrica UTE y militante del Partido Comunista. Fue llevado al centro clandestino de detención de La Tablada, donde murió de un infarto. Tenía 40 años.
Los familiares de las víctimas cuestionaron la ausencia del presidente Luis Lacalle Pou, quien se encuentra en Estados Unidos y del vicepresidente delegado Armigón.