La Magia de Nelson Silva de Pedro Téllez
Nelson Silva fue un artista valenciano único.
El arte urbano se inició en nuestra ciudad con sus murales en la Avenida Bolívar. Pinturas murales dañadas por vandalismo y luego restauradas por el mismo autor. Así sobrevivieron a la epidemia de graffiti de los años ochenta.
Pintados y repintados, eran murales vivos, y uno de ellos sigue en pie en la calle al lado del MUVA (Calle Salom).
Los recuerdo con cariño cuando era adolescente en un autobús, recorriendo la ciudad de norte a sur.
El arte urbano fue un poco más difícil de codificar, y Nelson fue un avance en eso. Se dedicaba a pintar paredes y caballetes. Salió de la exposición, que se vio interrumpida por la pandemia y se tuvo que hacer. En Barbula, trabajó en un taller de arte psicopatológico y decoró un hospital oncológico con grandes óleos.
Era un virtuoso del cuatro y luchador gremial. Un maravilloso carácter amable y amistoso hará que quienes entren en contacto con él lo recuerden. Su legado queda entre paredes y lienzos para los futuros valencianos.
Nelson navegó por una nueva figura y paisaje. La nueva figura era la ciudad, y las murallas de la ciudad eran el soporte. Sobre lienzo, caballetes clásicos, escenas rurales frente a la ciudad. El collage fue un vehículo de crítica social, lejos de la fantasía surrealista, un vehículo para criticar la guerra de Vietnam o la desigualdad. Esa fue la magia de Nelson Silva.
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Infórmate Venezuela / Pedro Telles