Este viernes fue encontrado el cuerpo sin vida del coronel de policía Óscar Dávila, quien trabajaba en inteligencia para la presidencia de Colombia.
Según informes de los medios colombianos, Dávila se había quitado la vida cerca de la oficina del fiscal colombiano en Bogotá. Su cuerpo fue encontrado por las fuerzas de seguridad en el vehículo oficial.
La Fiscalía de Colombia investiga el caso y trabaja en la tesis de un suicidio.
Dávila había sido mencionado en el episodio de las llamadas de chuzadas (tapones telefónicos) a los ex familiares de Laura Sarabia, ex jefa de gabinete del presidente colombiano, Gustavo Petro.
Dávila había manifestado su disposición a colaborar en el caso, según una carta enviada al fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, el 2 de junio.
“Reitero mi interés en colaborar con la administración de justicia y por ello, como titular de la Coordinación de Protección Preventiva de la Jefatura de Protección Presidencial, me pongo a su entera disposición para contribuir al esclarecimiento de los hechos materia de la investigación», se lee en un extracto del texto.
Esta semana, la Fiscalía mencionó su nombre como posible objeto de investigación por el caso de los pinchazos ilegales a la niñera Marelbys Meza y otra empleada doméstica al servicio de Sarabia.
Antes de asumir la presidencia de la República, Dávila se había desempeñado como jefe del Departamento de Investigación Criminal de Cundinamarca y de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. Por eso, los investigadores de la Fiscalía piensan que podría estar relacionado con la interceptación ilegal de la abuela de Laura Sarabia, la exjefa de gabinete del presidente Petro.