Un proyecto turístico que propone intervenir de manera sustentable el Cerro Venezuela, patrimonio natural del estado Anzoátegui, busca promover y preservar la biodiversidad de aquellas áreas urbanas ubicadas en el sector Colinas del Neverí en Barcelona.
El objetivo en primera instancia es reforestar ese «monumento natural» que sirve de pulmón verde a las ciudades de Lechería y Barcelona, y completar los caminos para su acceso y construir un mirador de madera», que no no implica mucha intervención en la montaña”, así lo anunció el alcalde Sugey Herrera durante un encuentro con los habitantes del municipio José Antonio Anzoátegui.
El mandatario local explicó que la ejecución del proyecto se hará a través de la Empresa Municipal de Turismo, con el apoyo del Instituto Nacional de Parques (Inparques), Fundapatrimonio y otras organizaciones ambientalistas para lograr acuerdos en materia ambiental, legal, turística, a favor de el sector y el medio ambiente, que forman un comité.
De igual forma, Herrera adelantó que se atenderá el desprendimiento de rocas presente en el lugar y se realizarán los estudios de terreno necesarios, acción conjunta con un grupo de especialistas y el poder popular, a través de la conformación de mesas de trabajo.
El dirigente local dijo que otra prioridad es la protección en la cima de la montaña y que, en conjunto con la Cámara Municipal y el Sindicato, se propondrán las actualizaciones para evitar el ataque a la diversidad ambiental que tiene el monumento.
Monumento natural al alcance de todos
El Parque Cerro Venezuela, con una superficie de 19,3 hectáreas, es de fácil acceso con suaves pendientes que se aprovechan para caminar, con abundante vegetación y ha sido catalogado como un oasis a destacar en la capital del estado Anzoátegui.
En ese centro verde se han observado unas 80 especies de plantas, entre ellas ocho especies de cactus y palo sano, que están protegidas por la legislación ambiental en Venezuela y en el mundo.
Además, 33 especies de aves, 9 especies de reptiles, 3 especies de mamíferos, 4 especies de anfibios, 20 especies de mariposas y 4 libélulas, pero también hormigas, abejas, saltamontes y avispas, que lo convierten en «un reservorio de vida». . en todo su esplendor».
Para la bióloga, investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología, Laurie Fajardo “este bosque seco bajo se encuentra en muy buen estado de conservación, contiene buena parte del árbol y la árbol, especie típica de este tipo de ecosistema.
El director del herbario Ivic, el botánico Ángel Fernández, también visitó la montaña con un equipo multidisciplinar de expertos, afirmando que los resultados fueron excepcionales.
Fernández explicó que los esfuerzos en el mundo están enfocados en la conservación de la biodiversidad, enfatizó que en este bosque está presente el Peltophorum Acutifolium, un género vegetal de hasta 25 metros que es endémico de Venezuela (crece solo en esta región del mundo ). y el Palo Sano, que cuando florece llena la montaña de flores amarillas.