Los feligreses asistieron con fervor a celebrar la restauración del templo católico del Santo Cristo d’Aranza, obra ejecutada por la Misión Venezuela Bella, cuya formal entrega fue anunciada por el Presidente de la República en el programa “Con Maduro+”.
En su intervención, el diputado Nicolás Maduro Guerra destacó la importancia de las reparaciones a la Iglesia de San Cristo de Aranza, en Maracaibo, ya la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, en Nueva Esparta, por ser las más antiguas del país.
El origen del templo católico
Precisa que este templo fue construido “en 1535, con palmas y paja, por lo que se considera la primera edificación eclesiástica, referencia aprobada por el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007”, con base en un documento encontrado bajo el piso de la Iglesia por el investigador Agustín Pérez Piñango y traducido por el Padre Teolindo Vale.
En esta iglesia se venera al Santísimo Cristo de Aranza, cuya imagen tiene más de 450 años desde que llegó a la ciudad en un galeón que se hundió en la orilla del lago, justo frente al lugar donde se encuentra la capilla, ubicada en la calle 110 del sector Los Haticos de Maracaibo, estado Zulia.
Recuperado el primer templo católico de Maracaibo
Este edificio eclesiástico fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1960, publicado en el Diario Oficial, decreto n.
Con el paso de los años, la edificación se ha ido deteriorando por falta de mantenimiento, dice el sacerdote Alfonso Rodríguez, quien agradeció al gobierno nacional y al equipo de la Misión Venezuela Bella por el minucioso trabajo realizado para preservar esta joya histórica religiosa.
Emma León, monaguillo de la iglesia de Santo Cristo d’Aranza, expresó emocionada que todo quedó muy hermoso y expresó su agradecimiento al presidente Maduro porque fue completamente restaurada «queda como nueva».
La Misión Venezuela avanza en la recuperación de las iglesias
La presidenta de la misión Venezuela Bella, Jacqueline Faria, dijo que en los últimos cuatro años se ha recuperado el 36% de las iglesias católicas registradas en el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y más de 1300 iglesias evangélicas.
Para Willy Casanova, coordinador regional de la misión Venezuela Bella, esta recuperación demuestra el esfuerzo realizado por el presidente Nicolás Maduro y el Ing. Jacqueline Faria para devolverle al pueblo sus espacios, a los devotos sus iglesias; a la comunidad sus parques y plazas. “Con alegría celebramos la restauración de la iglesia más antigua de Maracaibo, conservando sus detalles”.
Con gratos recuerdos, la señora Francis Vásquez revive sus días de infancia, “desde entonces llegué a la capillita, como le decimos todos, y viéndola ahora tan hermosa me gusta demasiado. Se conservó como se merecía»
En las investigaciones del IAM Venezuela (Asesos Institucionales y Monumentos de Venezuela) se destaca que los templos coloniales de Venezuela fueron construidos entre los siglos XVII y XVIII. Los materiales y la construcción indígena, aunque precaria, se mezclaron con el oficio de los maestros de obras para construir templos con gruesos muros de tierra hundida, con una estructura invariablemente sencilla.
Obra construida por indígenas
En su sitio web iamvenezuela.com, afirma que, según los historiadores, la capilla del Cristo d’Aranza fue construida por los indígenas que pertenecían a la Misión; Fue restaurado en 1813 por José Díaz Varela y durante la guerra de la independencia sirvió como almacén de armas y uniformes.
Esta investigación reporta que los muros del templo contienen tumbas antiguas, entre ellas la de la familia Guruceaga, fallecida en 1882, propietaria del terreno donde se ubica la capilla, así como la tumba del párroco de la iglesia, Fray Maximiliano. . de Finestra, enterrado en 1884.
Es de planta rectangular con una sola nave, cubierta a dos aguas y una sacristía junto al presbiterio. Las campanas se colocaron en el frontón sobre la entrada principal, y su separación del cuerpo interior está marcada por un marco grueso. La puerta de madera de doble hoja es original de la época. Debido a su altura, los muros laterales tienen una falsa ventana sobre la entrada (espacio vacío o hueco) como motivo decorativo.
En el interior hay un púlpito de madera, un armonio y la partitura de gaita de «San Sebastià», la más antigua que se conoce hasta el día de hoy.