La pesca artesanal es la tercera actividad económica de La Guaira y la realizan 3.600 hombres y mujeres, que han podido aportar hasta 12.000 toneladas de pescado al año al país y unas 2.000 toneladas al fondo nacional para programas sociales.
En el litoral existen 24 muelles pesqueros distribuidos en 1.497 km de litoral, donde la pesca artesanal se realiza en embarcaciones como lanchas o peñeros, con motores centrales y con pesca de gran porte, en labores de más de diez mar adentro.
Cada muelle pesquero está organizado en Consejos de Pescadores, que van desde Maya en Carayaca hasta Chuspa, Caruao, así como las actividades pesqueras en Los Roques por su cercanía a la costa guaireña, lo que permite una capacidad para producir hasta más de 32 mil kilos. . de pescado por día.
Rafael Flores, pescador y vocero del Estado Mayor de Pesca de La Guaira, explicó que la captura va directamente a los mercados de la región capitalina. También se venden en la playa cuando llega el barco, mientras que otra parte se destina a algunos restaurantes y caveros cercanos.
Precisó que la entidad cuenta con un parque de 700 embarcaciones, entre peñeros y compañeros, además de una cuarta bodega en Naiguatá con una calidad de hasta 14,000 toneladas de almacenamiento, lo que permite delimitar esta actividad pesquera como ‘es una zona de desarrollo económico e industrialización en la costa central.
tarea
Los instrumentos de pesca que se aplican en La Guaira son los palangres del tipo ancla y espiral, las redes, el arrastre, la caña, la pesca, así como la pesca submarina y recientemente tripa, que se encuentra en proceso de regulación por su riesgo.
La pesca se caracteriza por estar en medio del agua, como le llaman los pescadores, donde sus artes de pesca no tienen contacto con el fondo del mar, como parte del respeto por el medio ambiente, lo que le permite hacer un trabajo más productivo. .
También cabe destacar la zona de El Placer, situada a 25 millas náuticas de la costa, que alberga una de las mayores concentraciones de especies marinas picudas del planeta: aguja blanca, aguja azul y pez vela.
Luis García, portavoz de la Comppa Marina de Caraballeda, ha señalado que en esa parroquia se capturan cada mes 1,8 toneladas de pescado y que durante 2022 se pescarán unas 12,7 toneladas. “Este año ha aumentado la producción gracias a la recuperación de los barcos”, añadió.
Una faena tiene un costo entre 100 y 200 dólares por embarcación, dependiendo de la distancia y días de pesca, donde se presupuestan los insumos de artes de pesca, carnada (sardinas), combustible, logística, mantenimiento de la embarcación, y también el presupuesto. requisitos necesarios.
Las especies de peces características de La Guaira son el atún, el mero, la raya, el cazón, la lubina, el coroco, el tahalí, el serviola. A lo que se suman especies como camarones, calamares, pulpos, langostas, entre otros moluscos y moluscos. Especies como el caracol están cerradas (prohibidas) durante todo el año y la langosta de mayo a agosto.
“Como parte de la responsabilidad social con la gente y los convenios con el Estado, cada pescador entrega tres kilos de pescado por cada bidón de gasolina de 60 litros, que se llama el arrime. Eso va a las ferias de pescado en la calle y en los barrios. , para familias vulnerables o programas sociales, cuyo aporte garantiza proteínas o alimentos a las familias del pueblo”, indicó García.
Marketing
Es común en balnearios y playas como Paseo de Macuto, La Zorra, Maya o Chichiriviche, además, en las localidades de la zona este de La Guaira, la venta de pescado en la playa al menudeo o menudeo, donde se puede comprar pescado de dos a siete dólares el kilo dependiendo de la especie, equivalente a hasta un 40% menos que en las lonjas.
“La venta en la playa es como una tradición, venden la producción del día, lo más fresco. Por lo general se vende tahalí, tuna, corocoro, lisa y cazón, todo depende del trabajo”, dijo Maykel Romero, un pecador de Paseo de Macuto.
Destacó que la mayor parte de la pesca en la costa es traída al Mercado Mayorista de Caracas por los llamados caveros, quienes forman parte de la cadena de comercialización.
Estos caveros son comerciantes dedicados a las cadenas de frío del pescado, que incluyen los traslados, la recolección, así como la compra y venta de pescado en muelles o cabildos de pescadores.
Los precios del pescado al por mayor se tasan según la temporada de la especie, el tipo de pescado y el peso, a pie de embarcación. En la negociación de oferta y demanda, el kilo de especias se cotiza hasta un 40% por encima del precio de playa, dependiendo de la competencia.
Esta cadena de frío, por viaje o ruta, puede costar hasta 200 dólares, por concepto de logística (gasolina, cajas de refrigeración, hielo, entre otros). La ruta de distribución, desde Comppa hasta los mercados, puede tomar de dos horas a dos días.
En la parroquia de Maiquetía se encuentra el popular El Mosquero, único mercado municipal de venta de especias marinas en el estado de La Guaira. Es uno de los últimos eslabones de la cadena de comercialización del pescado y aquí se entrega el pescado a los vendedores de las tiendas.
Se pueden conseguir especies como atún desde cuatro a ocho dólares el kilo (pieza o rueda), corocoro desde cinco dólares, calamar a diez dólares, todo el kilo, dependiendo de la especie.
Cerca del muelle pesquero de La Zorra, tres mil kilos de pescado envasado al vacío son procesados por la empresa Ocean Blue, que hace tres años se sumó a la cadena de comercialización de pescado en la entidad, contribuyendo a una mayor producción a esta actividad económica.
Es una planta procesadora y empacadora de alimentos, de 150 metros cuadrados, con sala bodega, con capacidad para procesar hasta 40 toneladas de pescado por mes, logrando posicionarse como proveedor de pescado procesado, frutos del mar, en supermercados. , restaurantes. y grandes cadenas hoteleras en La Guaira y Caracas.
La constitución como Unidad de Producción Social es una de las metas que se han fijado las Comppas de La Guaira para fortalecer la capacidad productiva y adquirir una personalidad jurídica que permita financiar proyectos de gran envergadura.
Tales como la recuperación de dos cámaras frigoríficas que existen para la recolección y comercialización de algunas especies, así como la moderación o cambios de apodos de los pescadores, así como la creación de fondos de protección al pescador y faenas laborales.