El sistema monetario internacional, dominado durante muchas décadas por el dólar estadounidense, parece estar llegando a su fin.
El portal argentino Página 12, toma como referencia el libro del economista alemán Georg Knapp, titulado “La teoría estatal del dinero”.
Esta obra fue escrita en 1924 y explica que el dinero no tiene valor intrínseco como medio de pago, porque se establece a través de la ley impuesta por el Estado.
“Se circunscribe al territorio del Estado porque la ley no opera fuera de sus límites. La forma cartal nunca puede surtir efecto “internacionalmente” porque los Estados son totalmente independientes”, refiere el texto.
A pesar de que no existía un Estado Mundial, instituciones transnacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) impusieron en 1945 la supremacía del dinero del Estado local hegemónico nacional: el dólar americano.
Al imponer este sistema, el Banco de Pagos Internacionales comenzó a imponer sus transacciones con esta moneda. Asimismo, para esa fecha -y hasta hoy-, en el 88% de las transacciones internacionales se utiliza el dólar estadounidense.
Sin embargo, esto empezó a cambiar en 2010, cuando el yuan intervino en el ámbito monetario.
En 2010, el yuan comenzó a utilizarse en transacciones internacionales, representando el 0,9%. Pero, para el año 2020 -a pesar de las sanciones y la situación de pandemia- el yuan cubre el 7% de las transacciones.
Este cambio en el sistema monetario internacional llevó al economista y presidente de la consultora RGE Monitor, Nouriel Roubini, a publicar en el Financial Times que -actualmente- existe “una tendencia a la desdolarización a partir de la pérdida de influencia de la economía de Estados Unidos”. .»
“El dólar estadounidense ha sido la moneda de reserva mundial predominante desde el diseño del sistema de Bretton Woods después de la Segunda Guerra Mundial. […]. Es un anacronismo que Estados Unidos, cuya participación en el Producto Interno Bruto mundial ha disminuido entre la mitad y el veinte por ciento desde la Segunda Guerra Mundial, todavía represente al menos dos tercios de todas las transacciones. […] en un mundo que estará cada vez más dividido en dos esferas de influencia geopolítica: las que rodean a Estados Unidos y China. Es probable que un régimen monetario bipolar, en lugar de multipolar, eventualmente reemplace al unipolar”, expresa el artículo del economista.
2023: El año de la fragmentación geoeconómica
La pandemia, la búsqueda de nuevos recursos y el uso de recursos propios han llevado a 2023 a convertirse -según el FMI- en el año de la «fragmentación geoeconómica» y de los avances del multilateralismo a escala global.
Sin embargo, los hechos se remontan a 2022 cuando Occidente sancionó a Rusia tras el inicio de las operaciones de Moscú en Kiev.
Entre las sanciones está la desconexión de los bancos rusos de SWIFT, el sistema de alta seguridad que permite realizar transacciones financieras en el mundo.
«Los acontecimientos geopolíticos recientes han aumentado el riesgo de fragmentación en el sistema de pago internacional. Después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, se prohibió el uso de SWIFT a los principales bancos rusos, lo que limitó su capacidad para realizar transacciones con el resto del mundo. […] Rusia se vio obligada a confiar en su estándar de mensajería”, dice el informe del FMI, citado por el portal argentino.
En su informe, también argumenta que otros países pueden seguir su camino.
Y si. Irán y China ya han anunciado que están trabajando para crear un sistema financiero alternativo a SWIFT.
Ambos países son socios comerciales importantes para Rusia.
El FMI también analiza que esto «podría dar lugar a cambios en las preferencias de los países en cuanto a la composición monetaria de sus monedas y reservas» y añade que «el congelamiento por parte de Estados Unidos y sus aliados de aproximadamente 300.000 millones de dólares del gobierno ruso más tarde, la invasión de Ucrania puede afectar la gestión de reservas».
«La futura transformación de las cadenas de valor comerciales, financieras y globales afectará la demanda transaccional y la facturación en varias monedas, al tiempo que reducirá potencialmente la demanda del dólar estadounidense», concluye el informe.
Argentina y Brasil: Su relación con China y la propuesta de una moneda única
El portal pone como ejemplo a Argentina, un país agravado por la deuda con el FMI asumida por el gobierno anterior, cuyo proyecto es la imposición del dólar como moneda de curso legal.
Teniendo en cuenta los desembolsos y amortizaciones del FMI, el financiamiento neto del organismo en 2022 fue de 6.859 millones de dólares y el stock de la deuda total sería de unos 45.707 millones de dólares estadounidenses.
Sin embargo, Argentina señala un camino diferente.
A fines de abril, Argentina acordó con China pagar en yuanes las importaciones de ese país, para darle «más fuerza» a las reservas del Banco Central.
Brasil se sumó a esta acción. A fines de abril, los gigantes sudamericanos y asiáticos firmaron dos acuerdos iniciales para implementar el mecanismo, que fueron suscritos durante el Seminario Económico Brasil-China, realizado en Beijing con la participación de representantes de los dos países y cerca de 500 empresarios.
De igual forma, Argentina y Brasil, los dos países propusieron diseñar una moneda común para el continente.
Este proyecto sirve para transacciones comerciales y así deja de depender del dólar.