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La historia en Venezuela, prácticamente, es desconocida. Y, generalmente, el propio Estado se ha encargado de desvirtuarla, de crear mitos, de pretender dar a conocer personajes que sobrepasan la realidad, desde caciques superpoderosos armados sólo con piedras frente a hombres que disparan arcabuces hasta héroes que ganaron todas las batallas sin recibir un rasguño.
Que en el continente hubo una independencia tras guerras con todopoderosos individuos, que no recibieron apoyo extranjero cuando sin este respaldo no hubieran quedado endeudadas las nacientes repúblicas y jamás han podido dejar de ser deudoras eternas para todas las generaciones. Es menester conocer todos los hechos históricos para saber a dónde hemos llegado.
Y la fecha del 23 de enero de 1958 en nuestro país es una oportunidad para recordar que no fue un momento explosivo de un solo día. Tampoco que fue obra de una sola persona o de un grupo de militares o civiles.
Fue un proceso que se desarrolló con el esfuerzo de todos los sectores de la sociedad venezolana, que querían un cambio político, que no obstante el crecimiento económico experimentado hasta entonces, deseaban vivir en democracia, en el disfrute de todos los derechos, sin represión y con plena libertad. En breves recuentos, El Impulso ofrece una visión de cómo se llegó al histórico Día de la Democracia.
Una conspiración tenaz
La Seguridad Nacional fue la organización que utilizó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez para someter a los partidos políticos y, en general a los ciudadanos, para evitar cualquier protesta en el país.
El mencionado organismo utilizó la tortura en todas sus modalidades para silenciar a la oposición: desde colocar a las victimas en bloques de hielo, subirlos a rines afilados de vehículos, hasta aplicarle electricidad en partes íntimas y sacarles brutalmente las uñas.
Pero, a pesar de todas esas monstruosidades surgió la idea de combatir tenaz y organizadamente a la dictadura y, en síntesis, podemos hacer los principales señalamientos:
Junio de 1957
El día 11, en la casa de Fabricio Ojeda, quien era reportero destacado en el palacio de Miraflores por el diario El Nacional y, además, era militante de URD Amílcar Gómez y José Vicente Rangel, también urredistas, y Guillermo García Ponce, del Partido Comunista de Venezuela, decidieron convocar a una reunión a los dirigentes de otros partidos, con el fin de trazar planes contra la dictadura. El 13 asiste Pedro Pablo Aguilar en representación de Copei y se le pide al representante del PCV invitar a la gente de AD.
El 14 los reunidos acuerdan constituir la Junta Patriótica con los objetivos siguientes:
Respeto a la Constitución Nacional.
Contra la reelección de Pérez Jiménez y por la celebración de elecciones libres para la presidencia de la República. Por un gobierno democrático, respetuoso de las libertades ciudadanas. El 17, se comisiona a Fabricio Ojeda para redactar el primer manifiesto de la Junta Patriótica.
El 28 de ese mes se acuerda editar la propaganda de la Junta en la imprenta clandestina del PCV, que era la única clandestina que existía en el país y en la cual se editaba el periódico Tribuna Popular.
Al día siguiente, la junta hace circular, durante los desfiles de la Semana de la Patria, 200 mil volantes llamando al pueblo a oponerse a la reelección de Pérez Jiménez y por elecciones libres.
Julio
El 3 es detenido Pedro Pablo Aguilar. El 5 se funda la Junta Patriòtica en Maracay y la de Puerto La Cruz.
Agosto
El día primero circula el primer manifiesto de la Junta. El 5 se discute la postulación de un candidato de la oposición a la presidencia, mencionando los nombres de Arnoldo Gabaldón y Rafael Caldera. El 7 circulan 100 mil hojas volantes denunciando el ventajismo de Pérez Jiménez en la preparación de obras públicas. El 14 se vuelve a tocar el tema de la candidatura opositora mediante consultas. Y la Seguridad Nacional realiza detenciones tratando de identificar a los integrantes de la Junta Patriótica.
Septiembre
El primer día del mes circula el segundo manifiesto de la Junta. El 16 es detenido Amílcar Gómez. El 15 la Junta pide en una exposición pública que el Congreso Nacional promulgue una ley electoral democrática. El 23 se forma el Comité Femenino de la Junta encabezada por Argelia Laya y Rosita de Ratto Ciarlo. El 29, se hace un llamado a las mujeres a sumarse contra la dictadura.
Octubre
El 3 fracasan las gestiones para tener un candidato. El 15 se giran instrucciones para pintar consignas en las paredes contra la reelección de Pérez Jiménez y el lema 104 en alusión al artículo constitucional relacionado con sufragio universal, directo y secreto.
Noviembre
El día 4, Pérez Jiménez anuncia que se celebrará un plebiscito nacional para su reelección. Pero, el 5 la Junta aprueba llamar a la abstención con la consigna: “No votes, el plebiscito es una farsa.” El 8, la Junta publica su manifiesto a las fuerzas armadas nacionales y las exhorta a unirse a la lucha contra la dictadura y la celebración de elecciones libres. El 17 los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela se declaran en huelga y manifiestan contra el plebiscito. El 18 la Seguridad Nacional asalta la Ciudad Universitaria y detiene a más de 200 estudiantes y profesores. El 21, los estudiantes de la Universidad Andrés Bello realizan una manifestación contra el plebiscito y en acto público queman un retrato de Pérez Jiménez. El 23, nuevas acciones de protestas y enfrentamientos con la policía.
Diciembre
El 4 se incorpora el doctor Pedro del Corral a la Junta en representación de Copei. El 10 se constituyen nuevas juntas patrióticas en el interior del país. El 11, Del Corral se excusa de asistir a las reuniones porque es buscado por la Seguridad Nacional, pero la Junta sigue funcionando con Fabricio Ojeda, URD: Moisés Gamarro, AD; y Guillermo García Ponce, PCV. El 12, hay paros y protestas en los liceos, así como mítines a las puertas de las fábricas en Caracas contra el plebiscito. El 13, la Junta convoca a preparar una huelga general contra el plebiscito y la Seguridad Nacional responde con distribución de miles de hojas contra la Junta en Caracas. El 14, reuniones con dirigentes obreros y estudiantiles para organizar la huelga general. El 15 se celebra el plebiscito y se observa que la gente ha respondido con la abstención; sin embargo, Vallenilla Lanz anuncia la reelección de Pérez Jiménez.
El día 16, la Junta hace circular cien mil ejemplares de su manifiesto El plebiscito ha fracasado. El pueblo no votó. La lucha es ahora cuando comienza. ¡Abajo la usurpación!
El 17, vuelve la Junta a publicar cien mil hojas con la consigna Unidad nacional contra la usurpación. El 18, la Junta a través de una emisora clandestina emite sus mensajes. El 19 se buscan contactos con los militares en Maracay. El 21, la Junta insiste en publicar los principios de la lucha. El 23 se coordina el trabajo con universitarios y los obreros. El 29, se hace un nuevo llamamiento a las fuerzas armadas nacionales a cumplir con sus deberes establecidos en la Constitución.
Enero 1958
El primero estalla el movimiento militar en Maracay. La Fuerza Aérea ataca objetivos en Caracas. Y, al mismo tiempo, se acuerda paralizar las labores en los periódicos, lo cual ocurre al día siguiente. Ese día 2 se rinde Maracay, pero se rebelan las unidades moto blindadas enviadas a sofocar el levantamiento. En algunas fábricas se paralizan las labores y, por otra parte, se rinden las unidades moto blindadas. El 3, reaparecen los periódicos. La Junta acuerda manifestaciones y preparación de una huelga general. El 5, detención de numerosos oficiales del Ejèrcito y se declaran en rebeldía las fuerzas navales. La Junta acuerda comenzar una campaña de manifiestos firmados por profesionales e intelectuales. El gobierno anuncia cambios en su estructura.
El 7, los estudiantes protestan contra la dictadura. El 10, más de 5 mil personas se concentran en la plaza Miranda y en El Silencio para protestar; pero, las autoridades policiales disuelven la manifestación con planazos y gases lacrimógenos. Sin embargo, en la noche se producen enfrentamientos de los habitantes de barrios con la policía. El 11, se constituyen comités cívicos patriotas en los colegios profesionales de Caracas y entre los intelectuales. Manifestaciones de protestas de los estudiantes ocasionan enfrentamientos con la policía. Se incorpora a la Junta el doctor Enrique Aristeguieta Gramcko en representación de Copei. El 12, se reúnen García Ponce, del PCV; y Simón Sáez Mérida, secretario general de AD en la clandestinidad y AD nombra como nuevo representante en la Junta a Silvestre Ortiz Bucarán. La Junta y el Frente Universitario convocan a una nueva manifestación en la plaza Miranda. Y se intensifica la propaganda de la Junta contra la dictadura.
El 13, Fabricio Ojeda asiste, en representación de la Junta, a una reunión del Comité Cívico Militar en la cual se coordina, con oficiales del Ejército, acciones unidas contra la dictadura. A las 6:00 de la tarde se realiza la concentración en la plaza Miranda al mismo tiempo que hay enfrentamientos entre los vecinos de los barrios y la policía. En funcionamiento otra emisora clandestina de la junta. El 15 circula el manifiesto de los intelectuales y profesionales, se realizan asambleas en los colegios de Médicos, Ingenieros y otros gremios, la Junta convoca la huelga general para el 23 de enero.
El 16, nuevos manifiestos de arquitectos, profesores y otros profesionales independientes. La Junta celebra una concentración en la plaza Capuchino, choques de gente de los barrios con los uniformados, y manifestaciones de liceístas. El 17, manifestación de mujeres al grito de Abajo, Pérez Jiménez, viva la libertad, desde la plaza Candelaria hasta la esquina de Carmelitas. El 18, se distribuyen hojas convocando a la huelga general, la Junta acuerda suspender las manifestaciones en el centro de Caracas y concentrar todos los esfuerzos en los barrios y fábricas. El 20, nuevamente se convoca a la huelga general, se producen manifestaciones en los liceos y en la noche se vuelven a presentar choques en los barrios con la policía. El gobierno anuncia que impedirá a toda costa la huelga general.
El 21, huelga de la prensa. A las 12 del mediodía estalla la huelga general con el sonido de las bocinas de los vehículos y las sirenas de las fábricas, cuyos trabajadores abandonan sus labores. Paralizado el transporte público y más de 200 buses que se encontraban circulando son incendiados. Cierra el comercio. La Policía Militar acude en ayuda de la policía en un esfuerzo desesperado para suspender la huelga; pero, a esta se suman las ciudades de Lara, Trujillo, Anzoátegui, Falcón y Miranda. En los barrios atacan a la policía con bombas Molotov y piedras. Pérez Jiménez impone el toque de queda, pero la Junta responde que la protesta siga ininterrumpidamente.
El 22, mientras se intensifica el patrullaje policial, el gobierno trata de que los comercios abran sus puertas y se colocan barricadas en los barrios, son incendiadas las unidades radiopatrulleras y al mediodía nuevamente suenan las bocinas de los automóviles. Luego el centro de Caracas queda desierto.
El 23, en la madrugada los militares se suman a la insurrección popular y Pérez Jiménez huye a Santo Domingo a bordo del avión conocido como La Vaca Sagrada. Se instala la nueva junta de gobierno presidida por el contralmirante Wolfgang Larrazábal.
Si bien al conocerse la huida de Pérez Jiménez estalló la euforia de la gente en las calles, los vehículos llenos de personas recorrían las calles haciendo sonar las bocinas, algunos encendieron fuegos artificiales y muchas personas se abrazaban como dándose un nuevo saludo de año que se estrenaba, en Caracas se libraba una intensa lucha entre los vengadores y la Seguridad Nacional, que duró diez horas. Algunos de los esbirros fueron linchados por las turbas. Y la contagiosa alegría que existía era porque ya se respiraban aires de libertad y democracia.
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