Con el propósito fomentar la lectura y promover la identidad nacional con las tradiciones navideñas venezolanas, se realizó el en el estado Carabobo el Primer Concurso Escolar de Cuentos “Corre Caballito”. La iniciativa surge de un trabajo en conjunto entre el Gabinete Estadal del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Centro de Desarrollo para la Calidad Educativa de Carabobo (CDCE), del Ministerio del Poder Popular para la Educación.
En total Fueron seleccionados 15 trabajos atendiendo a los criterios de originalidad, estructura narrativa, elementos estéticos y estilísticos, así como, la presencia de valores y tradiciones de la navidad venezolana presentes en cada uno de ellos.
Los escritores Arnaldo Jiménez, Simonny Azul Urdaneta y Chemir Colina, fueron designados como integrantes del jurado para esta selección.
A continuación, se muestran los 15 cuentos seleccionados del Primer Concurso Escolar de Cuentos “Corre Caballito”:
“El carrito Mágico”
Autor: Jhoysel Holguin
E.B.N El Dividivi
6to grado A
Municipio Diego Ibarra
Había una vez un niño llamado Juan de 8 años que no creía en la navidad, vivía en una casa humilde con su mamá llamada Estefani de 35 años y su papá Pedro de 38. La mamá era costurera y el papá carpintero, además la casa tenía tres habitaciones y dos baños, una cocina y una sala pequeña.
La hermana llamada Verónica que tenía catorce años, molesta y aburrida, el hermano llamado Diego tenía diez años era divertido y alegre, a Diego le gusta la navidad y a Verónica no le gustaba. En la Escuela San Martín donde estudiaba Juan también había muchos niños que no creían en la navidad y unos pocos que si creían que existe la navidad, un día cuando estaban en clase y fueron al recreo todos, luego más tarde a la hora de salida a Juan le dolió la barriga y fue al baño, todos se fueron y el portero no se dio cuenta y él se quedó dentro de la escuela encerrado.
En la escuela Juan estaba en la cancha de deporte y vio un carrito moviéndose y él quedo sorprendido al ver esto, él lo sigue por el pasillo y de repente desaparece y unos minutos después a las 12 de la noche apareció San Nicolás y le dice: dile al mundo que si existe la navidad.
Él se puso a pensar como decirle a los demás y se acordó de las cámaras y fue al cuarto de las cámaras a ver si podía sacar una copia y busco como salir y pudo salir por el cuarto de la basura y pensaba si se lo enseñaba a sus compañeros porque no sabía si le creerían y fue a casa de un compañero llamado Eduardo para enseñárselo, cuando lo vio se sorprendió y dijo – ¡Waoooo no puede ser, si existe San Nicolás!.
Al día siguiente todos los compañeros se reunieron en la casa de Eduardo y vieron el video en la computadora, quedándose todos boquiabiertos. A partir de ese día todos los niños de la escuela San Martín fueron a otras escuelas a demostrarles que si existía la navidad por un video donde aparecía el San Nicolás y después en la noche de la navidad se pusieron a cantar parrandas y villancicos, siendo todos felices.
“Navidad con mi abuela”
Autora: Ahiverny Moreno
E.B.N. El Dividivi
3er grado
Municipio Diego Ibarra
Cuenta mi abuela que, en sus tiempos, en navidad se reunía toda la familia en casa para hacer la cena navideña, las deliciosas hallacas, también se hacían las parrandas que iban de casa en casa a cantar aguinaldos, igualmente se hacía ensalada de gallina y dulce de lechosa.
Ella dice que hay también una tradición muy bonita que es la de los Pastores de Aguas Calientes que es para celebrar la llegada del Niño Dios. Se hacen intercambios de regalos entre familiares y amigos, al dia siguiente de navidad se prepara la rica sopa en leña para toda la familia. La navidad es época de paz y amor.
“El regalo de navidad”
Autora: Yescarlet Velásquez
U.E.E Raúl Leoni
6to grado
Municipio Diego Ibarra
Sofía era una niña que a pesar de que tenía muchas cosas, siempre se veía triste. Un día pensando en el parque se imaginó que podría pedir en navidad ya que se acercaba la hora de hacer su carta al Niño Jesús. Seguía pensando y pensando, todas las noches veía que juguete no necesitaba, porque en su cuarto ya no tenía espacio.
Allí pensó y comenzó a escribir “querido Niño Jesús, quizá mi regalo no te parezca el más común, pero es lo único que anhelo…”
Llegó el día de navidad y al despertar escucho un ruido, una voz que pronuncio su nombre… Sofía… ella tratando de ver quien la llamaba… Sofía, volvió a escuchar, y cuando llego a la sala en un sofá estaba una persona sentada, se acercó y la miro… era su papá que volvió después de mucho tiempo. Ese día fue el más feliz de Sofía, su familia estaba completa y nunca más volvería a separar.
El mejor regalo de navidad no es lo material y si lo anhelas llegará, Sofía lo comprobó. ¡Feliz Navidad!.
“Un deseo en Navidad”
Autor: Ángel Ferrer
U.E.N. La Parcelas
5to grado B
Municipio Juan José Mora
Había una vez un niño llamado Juan que estaba en la calle con mucho frio y hambre, se sentía muy solo y triste. Se acercó a una casa y miro por la ventana y vio una mesa repleta de comida, un lugar donde no hacía frio, vio el calor de un hogar.
_ Quiero entrar, pero no puedo “Exclamo”
En ese momento vio pasar una estrella tan hermosa a la cual le pidió un deseo, era una estrella fugaz. Pidio pasar la navidad en tan linda familia y en una casa acogedora.
Al día siguiente sin esperarlo una familia de buen corazón se le acerco y lo invito a pasar la navidad en su casa a lo cual, Juan muy contento, aceptó.
Al llegar a la casa Juan recordó aquella hermosa estrella y el deseo que había pedido y agradeció al darse cuenta que su deseo se había hecho realidad.
Fin.
“La gastronomía navideña”
Autora: Georgina González
U.E. Antonio Guzmán Blanco
5to grado B
Municipio Valencia
En un pequeño pueblo en las montañas de Venezuela, la llegada de la navidad era el evento más esperado del año. Cada diciembre los aromas característicos comenzaban a invadir las calles, el dulce olor de las hallacas cocinándose lentamente en enormes calderos, el perfume del pan de jamón recién horneado y el fresco aroma del chocolate caliente que envolvía a los niños mientras corrían por el pueblo.
En la casa de Doña Rosa, una abuela venerada en todo el pueblo por sus dotes culinarias, la navidad siempre era un motivo de celebración, desde principios de diciembre comenzaba a recibir ingredientes frescos, hojas de plátano recién cortadas para envolver las hallacas, carne vacuna y cerdo picados con esmero, pasas, almendras que añadían ese toque especial. Todos en el pueblo sabían que cualquier comida cocinada por Doña Rosa abrazaba a quienes la probaban con su calidez y amor.
El día antes de nochebuena doña Rosa reúne a su familia, sus hijo y nietos emocionados por la tradición familiar se presentan con delantales atados a sus cinturas
_ Es hora de preparar las hallacas, anuncia ella con una sonrisa que ilumina su rostro arrugado.
“La navidad en mi casa”
Autora: Solia Sevilla
U.E. Andrés Bello
5to Grado
Municipio Carlos Arvelo
La navidad en mi casa comienza pintamos la casa en noviembre, siempre la arreglamos para que no se vea fea, o sea la limpiamos, luego decoramos y el 20 de diciembre hacemos las hallacas, el 24 hacemos el pollo y la ensalada, luego compran el vino para la carne y hacen sopa en el día. Ese día salgo a jugar a las seis de la tarde y entro a las nueve y me voy a mi cuarto, a las diez cenamos y regreso a mi cuarto. Se me olvidaba el 23 siempre voy para donde mi papá. El 24 a las 12 abro los regalos y juego con ellos, después me voy a dormir.
El 31 de diciembre salgo a las 7 a jugar y entro a las 10:00 pm, comemos, esperando a que sean las 12 para decirle feliz año a mi familia y luego me voy a dormir.
“El niño pobre”
Autora: Milena Osio
U.E. Pedro Castillo
5to grado C
Municipio Valencia
Había una vez un niño que se llamaba Gustavo, era un niño muy pobre y en navidad el hacia su carta del Niño Jesús, pero por desgracia nunca le había podido traer lo que él pedía. El niño pidió algo que anhelaba con todo su corazón y era ver toda su familia reunida.
Cuando estaba escribiendo la carta vio una estrella en el cielo, entonces el niño pidió lo que quería para navidad. Gustavo al despertar vio una torre de regalo y detrás toda su familia que estaban en otros países. El niño nunca supo cómo llegaron sus familiares, ¿Habrá sido la estrella o coincidencia? Nunca lo supo, pero estaba muy feliz de ver a toda su familia.
“La aventura de la navidad”
Autora: Susey Torres
E.B.N “El Dividivi”
6to grado
Municipio Diego Ibarra
Había una vez un joven llamado Jesús que vivía en Venezuela tuvo que separse de su familia para irse a otro país en busca de una oportunidad para mejorar su situación económica, una decisión muy difícil que le permitió emprender un nuevo viaje. Su madre afectada por tal decisión tuvo que dejarlo ir para que lograra su sueño. Al pasar los años Jesús regreso de manera sorpresiva en una temporada decembrina trayendo consigo a su familia para disfrutar de la navidad después de cinco años lejos de casa.
El día de su vuelo de regreso fue muy acontecido, casi se quedaron en el aeropuerto, pues llegaron justo al momento de embarcar, tuvieron que correr con las maletas por los pasillos de la sala de vuelo, su esposa e hija lo vieron de manera divertida y con muchos nervios por llegar a casa de su madre y volver a abrazarla después de tantos años lejos.
Al llegar vino la celebración con intercambios de regalo, elaboración de hallacas para la cena, pan de jamón como tradición, unos de sus cuñados las hace conjuntamente con el dulce de lechosa y la ensalada de gallina, sin faltar el asado negro. Entre fiestas y sentimientos compartieron por un largo rato junto a su madre, hermanos y sobrinos, pudo también disfrutar con sus viejos amigos, algunos otros ya no estaban y otros viajaron también a otros países. Al pasar los días se acercó la fecha de regreso al país donde vivían y marcharon con la ilusión de reencontrarse de nuevo en un país reconstruido y próspero.
“El árbol de navidad”
Autora: Javianny Lara
U.E. General José Antonio Páez
4to Grado C
Municipio Valencia
Había una vez una niña llamada Javianny que miraba el árbol anonadada, siempre le habían gustado los abetos, pero nunca se había parado tan cerca de uno. Estaba feliz porque finalmente su padre se había dedicado a sembrar uno en el jardín, El árbol extendía sus brazos como queriendo abrazar el mundo y ella sentía que a su lado siempre podría estar a salvo y soñaba con que crecerían juntos y serian amigos para siempre.
Una tarde cuando Javianny regreso del colegio, el árbol había sido talado. Junto al hogar en el salón se hallaba un trozo de él, su verde capa enterrada en un cajón de madera y llena de adornos y luces. Su padre le dijo
_ ¡Este año tendremos el mejor árbol de navidad del lugar, hijita!
Javianny salió corriendo y se encerró en su habitación.
Fin.
“La Paradura del Niño”
Autora: Natalia Palacios
E.B.N. El Dividivi
5to grado
Municipio Diego Ibarra
Érase una vez, estando de visita en los estados andinos en compañía de mis padres y mi abuela paterna, pasado el año nuevo, después de habernos hospedaje en el Hotel Flores de Galipán, tuvimos la dicha de conocer a Don Pedro, el morador más viejo de Mérida y el mejor letrado como CuentaCuentos.
Don Pedro Carriel es un hombre enamorado del Niño Jesús, es un católico embebido en las actividades religiosas, cierto día, un primero de enero caminando con Chepa por el Páramo Andino nos topamos con una festividad muy especial “La Paradura del Niño” Entramos a una casa mega decorada, por accidente pregunte de quien era y era la casa de Don Pedro, de inmediato nos incorporamos al rezo de rosario en familia demostrando así nuestra fe y devoción católica, pidiendo en esta ocasión al Dios niño infinitas bendiciones para nuestros hogares, por la familia, por los enfermos hospitalizados, los niños abandonados, la paz del mundo y la reconciliación.
Al terminar el Rosario, Don Pedro llamo a Chepa para que repartiera a todos los presentes, bizcochuelos, buñuelos, galletas y dulce de lechosa. Seguidamente Don Pedro como dueño de casa levanto al niño, lo coloco entre María y José, ¡Ya el niño se puede levantar!, y brindaron con vino, ponche y chicha andina, luego se levantó el pesebre y todos salimos a la calle para visitar otros hogares, y cra, cra, mi cuento se acabó ya!
“Mi cuento, mi navidad”
Autor: Benjamín Peralta
U.E Colegio Antonio Guzmán Blanco
4to Grado
Municipio Valencia
La navidad en casi todo el mundo se celebra y se pasa muy bien, normalmente se reúne la familia y amigos. En Venezuela se come pan de jamón, ensalada de gallina, panetón, uno que otro dulce como el de lechosa, torta tres leches, sin olvidar las frutas como mandarinas y uvas.
Yo pasé dos navidades en Jerez de la frontera, un pueblo ubicado en España junto a mi abuela, tíos y primos. La cena estaba representada por una gran variedad de platos como jamones, quesos, mariscos, pescados, paellas y una rica torta llamada Roscón.
La navidad se celebra de diferentes formas en el mundo con comidas, bailes, canciones distintas, pero he aprendido que no importa donde lo celebres, lo que realmente importa es estar con las personas que más amas, papá, mamá, hermanos y amigos que se alegran de tus éxitos y que lloran por tus tristeza y no importa si en la mesa no hay lo que se acostumbra a comer porque el momento no siempre será así.
¡Feliz Navidad!
“Entre misas de aguinaldo”
Autor: Luciano Núñez
E.B.N. El Dividivi
5to grado
Municipio Diego Ibarra
Me contaba mi abuela que cuando ella tenía 25 años pertenecía a un grupo cultural llamado “Tupueblo”, este grupo cultural además de hacer danza, también hacían teatro y hasta una estudiantina con coro. Todo era muy organizado y habían muchos integrantes entre muchachos y muchachas. Una vez decidieron recaudar dinero para poder hacer los trajes, las ambientaciones entre otras cosas y se les ocurrió buscar un quiosco para vender café, empanadas y arepitas dulces en las madrugadas durante las misas de aguinaldos.
Los muchachos y las muchachas colaboraban en todo, durante todos los días que duraban las misas. Las personas que salían al terminar la misa compraban lo que vendían porque estaban muy sabrosas. Un grupo se quedaba en el quiosco para vender, otro grupo aprovechaba las calles más empinadas para lanzarse en patines y patinetas donde algunos dejaban sus rodillas y los codos en el asfalto, pero contentos de su audacia. Otro grupo asistía en la iglesia para adorar al Niño Dios, cantar villancicos y admirar lo hermosamente adornada que estaba la iglesia.
Ella me contaba que ponía la alarma del reloj a las 4:00 am, se reunían en casa de una compañera para hacer lo que se iba a vender y llevarlo al quiosco que estaba de la plaza y luego iban a la misa. Todo era muy sano y respetuoso, el frio de la madrugada era agradable y tenían que usar abrigos, era una emoción tan grande ver el amanecer, patinar, compartir con amigos, ver la iglesia adornada, las personas sentadas en sus bancos de la plaza o caminar alrededor de ella y a las siete de la mañana todo el mundo se iba poco a poco a sus casas para hacer sus actividades normales y esperar con ansias y alegría la misa de aguinaldo del siguiente día.
Fin.
“Mi querida hallaca”
Autor: Gabriel Albertos
E.B.N El Dividivi
4to grado
Municipio Diego Ibarra
Érase una vez un niño que no le gustaban las hallacas. El niño tenía planes de qué hacer en navidad y decidió pasear por sus alrededores, compartir con su familia, escuchar las parranditas y cantarlas, comer dulce de lechosa, esperar al Niño Jesús y no comer ni una hallaca. La mamá le pregunto al niño que ¿por qué no quería comer hallacas? Y el niño le contesto: Porque no me gustan los aliños, ni la carne, ni las pasas, ni las aceitunas, entonces su mamá le pregunto ¿qué quería comer? Y el niño le dijo: Pollo asado con caraotas.
Llego el día en que la familia se reunió para hacer las hallacas y compartir unidos, al niño le hicieron una hallaca muy especial con lo único que le gustaba: Caraotas, la hicieron pequeña y envuelta con una cinta de color rojo y al verla se puso bravo. El día de navidad abrieron sus hallacas y el niño al abrir la suya se sorprendió y se sintió muy feliz.
Fin.
“El Milagro del cuatro”
Autor: Esleiquer Nava
E.B.N. El Dividivi
4to grado
Municipio Diego Ibarra
Érase una vez un cuatrico que quería celebrar la navidad, pero noto que tenía una cuerda rota, se puso triste y le pregunto a las maracas ¿qué podía hacer? Y ellas les dijeron:
_Revisa el cofre a ver si consigues una de repuesto.
El cuatrico preocupado abrió el cofre y encontró unos patines y le pregunto al abuelo y el le dijo que esos patines eran de Pacheco, el sonrió y le pregunto quién era Pacheco y el abuelo le dijo:
_Cuando llegaba la navidad en Caracas Pacheco bajaba junto con el frio y los muchachos del barrio a patinar para celebrar la navidad, pero, ¿que buscas en el cofre?, pregunto el abuelo
Y el cuatrico le contesta:
_Unas cuerdas para poder acompañar a los Pastores de Aguas Calientes a tocar los aguinaldos en la plaza y apreciar el encendido de las luces.
El abuelo le responde:
_ ¡Okey!, si buscas bien encontraras unas, Pacheco después de patinar también tocaba el cuatro con otros Pastores, para recibir al Niño Jesús, Y el cuatrico contento le pregunto:
_ ¿Eso quiere decir que ellos también acostumbraban cantar aguinaldos?, y el abuelo le dice:
_ Es una costumbre en Venezuela tocar aguinaldos, ver el encendido de luces e ir de casa en casa admirando los pesebres, como en Mérida que los hacen grandes y se roban al niño Jesús y los pastores van cantando y preguntando por el niño. El cuatrico muy alegre le dice:
_ Abuelito ya estoy listo para tocar desde la Cabrera hasta la plaza en las misas de aguinaldo. El abuelito le dice:
_ Quedaste hermoso, ahora si puedes ir a celebrar la navidad.
“Navidad inesperada”
Autora: Sara Millán
U.E. Antonio Guzmán Blanco
4to grado
Municipio Valencia
Érase una vez una familia llamada Serasil, en navidad los Serasil siempre se reúne, pero un día ocurrió algo inesperado ya que la tira Betty no contestaba el teléfono. Luis quien también era parte de la familia se preguntaba porque no contestaba el teléfono, todos estaban muy preocupados por ella ya que no sabían que habían pasado, en ese preciso momento la tía Betty que aún se encontraba muy lejos de allí, llamo y explico que lo que le había sucedido, su auto no encendía. Todo esto era un inconveniente ya que la tía era quien llevaba la comida para la cena de navidad y si no lograba llegar a tiempo no habría cena.
Nadie podía creer lo que pasaba, la tía Betty llamo al mecánico, pero él no trabajaba el día de navidad, se recostó en el auto y pensó que haría ahora; sin embargo, vio a alguien acercarse, era el mecánico quien se había conmovido y de manera inesperada vino a ayudarla y le arreglo el auto.
Después al rato, la tía Betty se fue en su auto a la casa de su familia y al final de la cena conto con detalles lo que había sucedido y al final todos tuvieron una navidad feliz e inesperada.
Transcripción y corrección: Chemir Colina
Rodolfo Morantes / Chemir Colina / Ciudad Valencia / MinCultura Carabobo