Hace poco más de un año, murió el bebé de Robert Springs y Anny Francisco, Adriel Hassan Springs.
Tenía solo 7 meses en ese momento.
Ahora, Anny honra su preciosa memoria justo un año después de esta pérdida impensable.
Una angustia como esta nunca termina realmente.
A fines de la semana pasada, Anny Francisco acudió a Instagram para compartir un pie de foto aleccionador e importante.
“Un día como hoy”, comenzó, “me dieron la peor noticia que cambió mi vida para siempre”.
Anny reflexionó: «perder a mi hijo fue demasiado doloroso».
Ella escribió que su dolor y pérdida han sido «difíciles de entender» para muchos.
Anny explicó que esto es «porque me tocó vivir y muy poca gente me entiende».
Ella dijo que «un niño es como la mitad de nuestro corazón». Anny primero transmitió este profundo sentimiento de un corazón irreparable.
«Y no quisiera que mi peor enemigo pasara por esto», enfatizó Anny.
Explicó que esto es “porque todas las cosas materiales en esta vida se pueden recuperar”.
“Pero”, agregó, “la pérdida de un familiar nunca…”.
«20/4/22 fecha en que se me rompió el corazón», escribió Anny, seguido de un emoji de corazón roto apropiadamente.
Anny concluyó expresando que seguirá «pensando en ti todos los días, mi gordita hermosa».
Para ser claro, bastante gordo es un término cariñoso. Todo esto originalmente estaba en español. En este caso, muy apropiado, para un niño.
Anny y Robert inicialmente no impresionaron a los fanáticos de 90 Day Fiance cuando aparecieron en la temporada 7.
Se habían conocido en línea. Robert se detuvo durante ocho horas durante una escala de un crucero… que decidió que era tiempo suficiente para proponer matrimonio. Y Anny dijo que sí.
Al principio, el programa le dio a Anny una imagen de «cazafortunas», aunque esa narrativa fracasó de varias maneras.
Sin embargo, su amor era genuino. Esto significó que su historia de amor se ganó a los espectadores.
Además, sus apariciones en Charla de almohada y su autenticidad en las redes sociales ha abierto muchos corazones y mentes entre los fans.
Nuestros corazones continúan con Anny y Robert. Su dolor es inimaginable. La mayoría tiene la suerte de que apenas pueden imaginarlo. Si bien su dolor nunca terminará, les deseamos alegría y felicidad mientras continúan viviendo sus vidas.