La decisión del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, de declarar la ley marcial durante un discurso de emergencia el martes fue bloqueada unánimemente por el parlamento, provocando enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad a las puertas del Congreso.
Esta es la primera vez desde 1980 que se aplica una medida de este tipo en el país. La decisión se produjo después de que el Partido Demócrata acelerara un proyecto de ley presupuestaria para reducirlo en el comité parlamentario correspondiente y presentara mociones de impeachment contra un auditor estatal y el fiscal jefe.
Según el decreto por el que se introdujo la ley marcial, todas las actividades políticas están prohibidas, incluidas las actividades de la Asamblea Nacional, los consejos locales y los partidos políticos, las asociaciones políticas y las manifestaciones. Asimismo, se han prohibido todos los actos que nieguen el sistema democrático libre o intenten derrocar al gobierno, así como la difusión de noticias falsas, la manipulación y la incitación a la opinión pública.
Según la constitución del país, el presidente tiene el poder de declarar la ley marcial extraordinaria, que permite medidas especiales que afectan la libertad de expresión, prensa, reunión y asociación.
Mientras tanto, la prensa y todas las publicaciones quedarán sujetas al control de las fuerzas militares. Además, se prohibirán las huelgas y manifestaciones que promuevan la confusión social, según el documento.
Asimismo, se invita a los miembros del personal sanitario que se encuentren en huelga o hayan abandonado los centros médicos a reincorporarse a sus labores en un plazo de 48 horas.
Los infractores corren el riesgo de ser arrestados y registrados sin orden judicial de conformidad con la ley marcial, y serán castigados en consecuencia.
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