Irán ha notificado a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) que instalará nuevas centrifugadoras para producir uranio enriquecido en respuesta a una resolución del consejo de gobierno del organismo de control nuclear de la ONU, promovida por los países occidentales, que criticaba a Teherán por su supuesta falta de cooperación. Así lo informa Reuters con referencia a un informe confidencial del organismo publicado este jueves.
Según el informe, el país persa tiene previsto instalar más de 6.000 centrífugas en sus centrales nucleares, así como poner en funcionamiento las recientemente instaladas. El documento detalla los planes para implementar 32 cascadas (o grupos) de más de 160 de estas máquinas cada una y una cascada masiva sin precedentes de hasta 1.152 centrífugas IR-6 avanzadas.
Irán ya tiene más de 10.000 centrifugadoras en funcionamiento en sus instalaciones nucleares subterráneas de Natanz y Fordow y en una planta piloto de superficie también en Natanz. El número de cascadas que planea instalar superará a las ya instaladas, afirma la agencia.
El nivel de enriquecimiento de uranio no excederá el 60% establecido por el programa de desarrollo de la industria nuclear iraní. La República Islámica ha informado a la OIEA de su intención de enriquecer uranio al 5%, algo que podría verse como una «medida conciliadora» en su búsqueda de puntos comunes con los países europeos antes del regreso del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca. , destaca Reuters.
Polémica resolución de la OIEA
La semana pasada, la junta de gobernadores de la OIEA adoptó una resolución criticando a Irán por su falta de cooperación en la cuestión nuclear. El documento, impulsado por Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos, fue aprobado por 19 de los 35 países miembros. Rusia, China y Burkina Faso votaron en contra y 12 se abstuvieron.
Al día siguiente, Teherán anunció que instalará nuevas centrifugadoras en respuesta a la «resolución injustificada» del organismo de control. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní aseguró que los principios del país siempre se han basado en una interacción constructiva con la OIEA en el marco de los derechos y obligaciones del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Además, denunció que Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos «tienen una larga historia de mala fe y de flagrante incumplimiento de sus compromisos», incluso respecto del Plan de Acción Común, del que Washington unilateralmente. se retiró en 2018, durante el primer mandato de Trump.