La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) convocó a una movilización para el jueves 5 de diciembre en Buenos Aires, en protesta contra las políticas de adaptación implementadas por el Gobierno de Javier Milei.
Bajo el lema «La Patria no está en venta», la marcha reúne a una amplia variedad de sectores, entre ellos movimientos sociales, sindicatos, pymes y grupos políticos. Se espera la participación de algunos sindicatos como la Unión de Trabajadores Metalúrgicos (UOM), la Asociación Bancaria y la Federación Petrolera.
En las reuniones previas a la marcha también participaron los representantes de La Cámpora y la agrupación La Patria es el Otro, encabezados por el Ministro de Desarrollo Comunitario de Buenos Aires, Andrés «Cuervo» Larroque, por lo que se espera que sus militantes se unan. la movilización.
Los organizadores están presionando para que el sindicato de transportistas se una también a la movilización de la próxima semana, a pesar de sus negociaciones con el gobierno.
«Pérdida brutal de poder adquisitivo»
Si bien el presidente argentino habló recientemente del «florecimiento» de la economía del país, la CTA publicó un informe sobre la evolución del Salario Mínimo, Vital y Móvil, en el que señala una «pérdida brutal de poder adquisitivo» a partir de diciembre de 2023.
El Central sostiene que esta caída es resultado del impacto de la devaluación y su reflejo en los precios. El informe destaca que la caída de los salarios reales es tan significativa que el valor actual del salario mínimo ya es inferior al registrado durante gran parte de la década de 1990 y en la crisis final del régimen de convertibilidad, cuando se abandonó esta política como herramienta para establecer planes salariales y reducir la desigualdad.
La comparación entre los salarios básicos y las líneas de pobreza e indigencia, según la CTA, muestra una situación «peor que la de 2001».
En su análisis, el centro destaca que el salario mínimo de octubre «mostró un valor real un 28,4% inferior al de noviembre de 2023». Además, concluye que este salario «sólo alcanza para cubrir el 54,3% de la cesta básica de alimentos, que define el umbral de pobreza de una familia tipo, y poco más de una cuarta parte de la cesta de pobreza».