La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha confirmado 2024 como el año más mortífero para sus trabajadores, al haber registrado 281 asesinatos desde enero hasta la fecha.
La cifra supera en uno el total registrado en 2023, calificado como un hito récord y triste, especialmente por el número de víctimas en Gaza.
Desde el brote del 7 de octubre, la ONU ha contabilizado más de 320 muertes entre su personal como consecuencia de la ofensiva militar de Israel en el enclave.
«Los trabajadores humanitarios están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes, y su coraje y humanidad son recibidos con balas y bombas», dijo Tom Fletcher, recientemente nombrado Secretario General Adjunto de la OCAH.
El alto funcionario instó a los Estados miembros a detener los conflictos para proteger y defender el derecho internacional, así como procesar a los responsables y poner fin a esta «era de impunidad».
Por su parte, el portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, Stéphane Dujarric, recordó que la mayoría de los humanitarios asesinados en Gaza eran miembros de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), una organización bajo constante asedio israelí.
«Muchos han muerto en el cumplimiento del deber mientras prestaban asistencia humanitaria y, como saben, la mayoría de los muertos eran trabajadores de la UNRWA», dijo el portavoz.
Además de en la Franja de Gaza, Naciones Unidas ha alertado de altos niveles de violencia, secuestros, lesiones, acoso y detenciones arbitrarias de trabajadores en Afganistán, Sudán y Ucrania, entre otros países.