Al son de las gaitas, los zulianos despidieron a uno de sus más famosos gaiteros, Danelo Badell, rindiéndole homenaje en la Basílica y bajo un caluroso aplauso.
Los familiares del artista y autoridades civiles del estado presidieron los actos litúrgicos, los cuales fueron celebrados por el párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Nedward Andrade.
Fue una despedida, como deseaba el Cañón de la Gaita, como lo bautizaron los trompetistas, en medio del espacio de la sagrada Nuestra Señora del Saladillo.
La masa corporal actual comienza a las 10 a. m. y dura hasta las 12 p. m. del viernes 22; Luego, en hombros de las Siervas de María, fue llevado lentamente hasta el pórtico de la Basílica, donde recibió el más sentido agradecimiento del grupo de Los Chiquinquireños.
Argenis Salazar, flautista principal del Zulia y director musical de Los Chiquinquireños, se emocionó al relatar la grandeza de Danelo Badell.
“Nos dejó un hombre especial, querido por todos, lleno de amor por su familia, por sus hijos, nietos y bisnietos. Danelo fue un maestro en todas las situaciones y en materia de gaita dejó el legado más hermoso para las generaciones futuras”, afirmó el gaitero y amigo escénico desde hace más de 20 años del fallecido artista.
Danelo se fue entre aplausos y gaitas de quienes lo despidieron desde el centro de Maracaibo.