Este martes por la mañana, Ucrania atacó una instalación en la provincia de Bryansk, con seis misiles balísticos estadounidenses operativos Atacms.
Así lo anunció el Ministerio de Defensa ruso, que afirmó: “Esta mañana [19 de noviembre]a las 03:25 horas [GMT+3]El enemigo atacó una instalación en la provincia de Briansk con seis misiles balísticos. Según datos confirmados, se utilizaron misiles tácticos operativos Atacm de fabricación estadounidense”, indica el comunicado, según Sputnik.
El ataque no causó víctimas ni daños materiales, aseguró la entidad militar.
El ministerio dijo que «cinco misiles fueron derribados y uno resultó dañado por los sistemas antiaéreos S-400 y los cañones de aire comprimido Pantsir-S». Los fragmentos de este último misil cayeron en el territorio de una instalación militar, provocando un incendio que fue rápidamente extinguido.
Después del ataque, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que las fuerzas armadas rusas estaban controlando la situación. «No tengo ninguna duda de que nuestro ejército tiene la situación bajo control», afirmó.
Peskov insistió en que cualquier agresión contra Rusia por parte de un Estado miembro de una alianza sería considerada por Moscú como una agresión de toda la coalición.
El domingo pasado, el periódico estadounidense The New York Times informó que el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, autorizó a Ucrania a utilizar misiles estadounidenses de largo alcance para atacar a Rusia.
Asimismo, fuentes citadas por el diario especulan que los primeros ataques ucranianos en territorio ruso se realizarán con misiles balísticos Atacms, que tienen un alcance de 300 kilómetros.