Trabajadores del sector público de Argentina agrupados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizaron este jueves una jornada de protestas en distintos puntos del sur del país, exigiendo mejoras salariales y contra las políticas neoliberales del presidente Javier Milei.
La principal protesta se desarrolló frente al Ministerio de Economía en Buenos Aires, donde los manifestantes también pidieron contra los despidos en instituciones públicas, días después de que se conociera que más de 33 mil empleados han perdido su empleo desde la llegada de Milei a la Ejecutivo el pasado mes de diciembre. .
«Tenemos que romper con la traición a la igualdad y lograr frenar la licuefacción de los salarios en el sector público. Por eso, los gobiernos estatales necesitamos avanzar en una nueva medida general en todo el país», dijo Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE.
«Al ajuste le suman burla, violencia y abuso. Esto terminará muy mal y antes de lo que muchos piensan», advirtió tras anunciar que los trabajadores argentinos avanzan hacia una nueva huelga general a nivel estatal.
Aguiar sostuvo que el gobierno de Milei “es la inmoralidad en su máxima expresión”.
La protesta de este jueves se centró en la pérdida de poder adquisitivo que, según ATE, sufrirán los trabajadores del sector público tras el «miserable» aumento otorgado por las autoridades: 2% en noviembre, 1% en diciembre es un bono de 30 mil pesos (30 dólares).
«La pérdida de poder adquisitivo en el sector público nacional supera el 34% en lo que va de año y, dada esta última paridad, podría escalar hasta el 50% a finales de 2024», explica el sindicato.
El sindicato también afirma que el 75% de los empleados estatales obtienen un ingreso por debajo del umbral de pobreza, que fue de 964.620 pesos (957 dólares) en septiembre pasado.