Estados Unidos eligió a su 47º presidente el 5 de noviembre. Las opciones se reducen a la reelección del controvertido magnate republicano, Donald Trump, y de la representante demócrata Kamala Harris, en lo que parece un final fotográfico según los últimos sondeos.
Hay determinadas jurisdicciones donde el resultado de la votación puede ser decisivo en la definición de la presidencia. Las encuestas revelan una carrera muy reñida entre los dos principales candidatos: la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, y el republicano Donald Trump.
La actualización de la firma FiveThirtyEight, con la media de las encuestas nacionales, del 3 de noviembre, muestra que Harris supera a Trump por sólo un punto, con el 47,9% de la preferencia, frente al 46,9%.
La campaña ha sido una de las más polémicas de los últimos tiempos, marcada por insultos, odio racista, contaminada por conductas criminales y el uso abusivo de personajes del espectáculo para hacer proselitismo.
Este año hay siete campos de batalla principales: Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte. Para asegurar la victoria, los candidatos necesitan al menos 270 votos, que provienen del Colegio Electoral, compuesto por 538 miembros.
cierre de la campaña
El expresidente Donald Trump, representante del Partido Republicano, se manifestará hoy en tres estados conflictivos de la costa este y pronunciará discursos en Litiz, Pensilvania; Kinston, Carolina del Norte; y Macón, Georgia.
Mientras tanto, su oponente, la vicepresidenta Kamala Harris, planea hacer escalas en Michigan, en Detroit, Livernois, Pontiac y East Lansing.
Como es habitual durante su campaña, Harris se esforzó en rodearse de celebridades y estrellas del cine y la música. Este fin de semana apareció en Saturday Night Live, horas antes había realizado un mitin de campaña en Atlanta antes de viajar a Carolina del Norte para dirigirse a una multitud en Charlotte.
Mientras tanto, Donald Trump acampó en Carolina del Norte, con paradas en Gastonia y Greensboro. También pronunció un discurso en Salem, Virginia, un estado que no ha votado por un candidato presidencial republicano en décadas.