La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tomó una decisión histórica al firmar este miércoles el decreto que devuelve a Petróleos Mexicanos (Pemex) a su condición de empresa pública, y que incluye a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), un paso que ha contado con la aprobación del Congreso de la Unión.
«Es una reforma que, en una parte muy importante, le devuelve al pueblo (…) las empresas que siempre han sido del pueblo de México», dijo el presidente durante su conferencia de prensa matutina.
Sheinbaum celebró que el Congreso mexicano declarara esta reforma constitucional, que fue enviada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) en febrero pasado.
La semana pasada, todo el Senado declaró una reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política, para modificar la naturaleza jurídica de Pemex y CFE, y dotar a México de los servicios de electricidad e Internet.
Por su parte, la Cámara de Diputados declaró constitucional, con el apoyo de 24 votos de aprobación de los congresos estatales, la reforma que establece que el sistema ferroviario para el transporte de carga y pasajeros es un área prioritaria para el desarrollo nacional.
Ferrocarril para la gente y energía asequible
A su vez, el presidente mexicano firmó el decreto para que los ferrocarriles se utilicen para el transporte de pasajeros.
«Éstas son dos reformas muy importantes que tenemos que firmar hoy», afirmó.
Según un comunicado emitido por la Cámara Alta, «los cambios constitucionales tienen como objetivo garantizar la seguridad energética y la autosuficiencia, además de dotar al pueblo de México de electricidad al menor precio posible».
Entre las enmiendas más importantes se encuentra la que elimina de la Constitución el concepto de «empresas productivas estatales» y lo reemplaza por el de «empresas públicas estatales».
Además, se precisa que las funciones que el Estado ejerce únicamente en áreas estratégicas como el litio y el servicio de Internet que presta no constituyen monopolios.
Ni la planificación y control del sistema eléctrico nacional, cuyos objetivos serán preservar la seguridad energética y la autosuficiencia de la nación, y proveer al pueblo de electricidad al menor precio posible.
La reforma ha encendido las alarmas de cara a la próxima revisión en 2026 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que rechaza el trato especial a las empresas nacionales frente a las privadas.