Una vez más, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se aliaron a los convenios internacionales y atacaron por segundo día consecutivo a la fuerza de paz de la ONU en el sur del Líbano, tal y como informó la organización en su página web.
Este nuevo ataque israelí se produjo a raíz de los ataques que alcanzaron su cuartel general este viernes por la mañana, hiriendo a dos cascos azules de Sri Lanka. La víspera, otro ataque había herido a dos soldados indonesios que forman parte del contingente de la ONU estacionado en el Líbano.
Además, un ataque aéreo israelí mató a dos soldados libaneses e hirió a otros tres el viernes, dijo el ejército libanés.
Declaración:
Esta mañana, el cuartel general de la FPNUL en Naqura fue alcanzado por explosiones por segunda vez en las últimas 48 horas.
— FPNUL (@UNIFIL_) 11 de octubre de 2024
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) dijo que las explosiones ocurrieron cerca de una torre de observación en su cuartel general en la ciudad de Naqoura, en el sur del Líbano. Uno de los cascos azules heridos fue trasladado a un hospital en la cercana ciudad de Tiro y el otro fue atendido en el lugar.
Por su parte, el ejército israelí justificó sus ataques contra los Cascos Azules diciendo que habían identificado «una amenaza contra ellos» a unos 50 metros del cuartel general de las fuerzas de paz, a lo que «los soldados respondieron abriendo fuego contra la amenaza».
Lo curioso de esta versión es que la «amenaza» fue identificada por el cuartel general de las fuerzas de paz de la ONU, quienes atacaron en repetidas ocasiones. A pesar de esto, las FDI anunciaron que llevarían a cabo una «investigación profunda al más alto nivel» sobre los ataques.
La excusa de Israel, que dispone de armas de precisión muy sofisticadas, es que Hezbollah utiliza instalaciones civiles y Finul como escudo, porque sufren daños colaterales.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró que el incidente constituía «una violación del derecho internacional humanitario» y Finul afirmó que estas acciones «presentan un riesgo muy grande para las fuerzas de paz».
Posteriormente, el propio presidente estadounidense Joe Biden, que apoya el genocidio israelí contra Gaza y sus ataques al Líbano, llamó a Israel a dejar de disparar contra las fuerzas de paz de la ONU en la nación árabe.
Finul, que cuenta con más de 10.000 cascos azules de docenas de países, fue creado para supervisar la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano después de la invasión israelí de 1978.