El Lille bajó al Real Madrid al derrotarlo por 1-0, poniendo fin a la mejor racha de imbatibilidad de la carrera de Carlo Ancelotti, 36 partidos seguidos, y castigando el mal desempeño de un equipo que tiene un problema lejos del Santiago Bernabéu y sólo mereció un empate en los últimos minutos cuando se enfrentó a Chevalier.
‘Carletto’ decidió no obligar a volver al once a Mbappé, su referencia y a su vez el jugador que ‘condiciona’ el sistema. La vuelta al 4-4-2 ha dejado huecos ofensivos. Un Real Madrid que pisa menos el área rival y dispara menos. Ya pasó en el Metropolitano y se confirmó en gran parte del duelo en el Pierre Mauroy. En todo menos en un incendio final de ese orgullo característico.
Era el primer día de vuelta de Lunin por la lesión de Courtois y era como si no hubiera pasado el tiempo para el portero ucraniano. Como si jugara todas las semanas y no descendiera al segundo puesto. Con una brillante doble parada, evitó el gol de Jonathan David desde corta distancia. Detrás de Carvajal, con otro centro desde el área de Mendy. De rápidos reflejos salvó el primer down y reaccionó en el segundo.
No pudo hacer nada en la tanda de penaltis mientras la primera parte agonizaba. La mano de Camavinga, vista desde el VAR, permitió al Lille encontrar el ansiado premio. David no perdonó y obligó al Madrid a mejorar en el segundo acto. Para ello y tras un zurdazo de Zhegrova cerca del palo, Ancelotti recurrió a Modric y Mbappé. Apenas ocho días después de caer enfermo.
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Un récord batido en un equipo que no perdía desde el 18 de enero. Le queda su serie en Liga tras un aviso que debe recordar.
EFE