«La risa y el sexo son la mayor felicidad. Pero evita provocar risa durante el sexo”… La Pimpi
Hoy, como todos los miércoles, es el día del post. Si me escribes no olvides enviar tu nombre completo y el pueblo o ciudad donde escribes. Gracias.
Todos estamos muriendo.
Triste Día del Correo, que tristes han sido los últimos días. Oswaldo Virgil primero y Pete Rose luego, dejaron este mundo para volar al Más Allá que por estos lares llaman Más Acá.
Hasta ayer había recibido 103 correos electrónicos de mis amigos lectores sufrientes, afligidos, inmersos en una inmensa tristeza, porque tanto Oswaldo como Pete eran dos figuras imponentes en el béisbol, y admirables como ciudadanos. El fallo de Bart Giamati fue un ataque a Rose y fue confirmado por los siguientes comisionados sin escrúpulos.
Entre el centenar de mensajes que he recibido se encuentran los de David Baralt V. de Bakersfield, California; Jesús Salcido, de Nogales, Sonora; Oswaldo Di Giorgi, de Buenos Aires, Héctor Marcano, de Adelaida, Australia y Bacilio Piñeiro, de Caracas.
Todos coinciden en admirar y resaltar esta notable combinación de distinguidos caballeros y amigos con figuras admirables del entretenimiento y el deporte. Todos coinciden en protestar que Pete Rose ha pasado 35 años de su vida libertino del béisbol, porque apostó a que su equipo ganaría, mientras ahora intentan que un club de Grandes Ligas tenga como suya el Betting Palace, Las Vegas, Nevada. hogar. .
Marcano describe esos días como «los más tristes del béisbol». Baralt destaca «la pasión con la que siempre jugó Pete». Salcido pide publicar «anécdotas de Rosa y Virgilio», pero hoy no hay suficiente espacio, eso será más tarde; Di Giorgi pregunta «si Pete quiere ser incluido en el Salón de la Fama ahora». Pues debe ser así, porque siempre dijeron que su condena era «perpetua». Piñeiro recuerda que Virgil no sólo fue el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas, con los Gigantes, en 1956, sino que dos años después fue el primer negro en el roster de los Tigres de Detroit. Y por supuesto comenta lo destacable que fue como técnico de Tigres de Aragua.
La muerte de seres queridos siempre produce tristeza, porque no nos acostumbramos a la realidad de que la única manera de no morir es no nacer. Eso sí, no es la mejor opción.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso a un lector como tú.