El Servicio de Inteligencia Nacional (DNI) de Colombia reveló recientemente una conspiración de espionaje y manipulación que involucra al expresidente Iván Duque y sectores radicales de la oposición venezolana.
Utilizando dinero del narcotráfico, Duke compró el software Pegasus con los objetivos específicos de: espiar a sus rivales en Colombia; Como el presidente Gustavo Petro y desestabilizando al gobierno del presidente Maduro.
Considerando este panorama, y aunque no se trate de ser seguidor implícito de los actuales gobiernos de Colombia y Venezuela, es claro que ante la amenaza de estas fuerzas oscuras, Maduro y Petro parecen ser la opción más fuerte. para preservar la integridad de su país.
Duke: el hombre detrás de la máscara
El informe de la DNI muestra que Duque no actuó solo; Su ambición fue alimentada por la desesperación y la falta de escrúpulos de quienes no pudieron construir y optaron por destruir. Con la ayuda de Pegasus, intentó infiltrarse en la vida privada de los funcionarios venezolanos, no para proteger a su nación, sino para satisfacer su ansia de control y poder. Como alguien que enfrenta la verdad desenmascarada, la verdad detrás de Duke es la verdad de un hombre consumido por su voluntad de gobernar, dispuesto a llegar a cualquier punto bajo para establecer su propia versión del «orden». Pero este orden, como bien sabemos, no es más que una máscara para un desorden más profundo en el que la moralidad se sacrifica en aras de la ambición.
María Corina Machado: Voz de la Destrucción
María Corina, con su discurso abrasivo y su inclinación por el conflicto, representa el tipo de fuerza que, lejos de construir, busca destruir todo a su paso. No es inusual ver que su retórica es un arma de doble filo que tiende a alimentar la frustración y el conflicto fraternal en lugar de movilizar una acción consciente. En muchos sentidos, es la encarnación de una voluntad ciega que no puede ver más allá de sus propias ambiciones. En lugar de tender puentes, su historia de odio y confrontación convierte la política en un campo de batalla sin espacio para el diálogo y el compromiso.
Edmundo González: El arquetipo del cobarde
Edmundo González, en cambio, es la imagen de una inacción cuidadosamente disimulada. Su retirada y constante evasión de responsabilidades no es más que la manifestación de un alma débil incapaz de afrontar las consecuencias de sus actos. Cuando sus seguidores le exigieron que mostrara liderazgo, optó por permanecer en silencio, traicionando así a quienes confiaban en él. González encarna esa forma de vulnerabilidad en la que retrocede, cede terreno y se rinde en lugar de luchar. Pasará a la historia como un cobarde impotente. Pero no es culpa suya. Nunca tuvo la fuerza para ser un líder y sólo una oportunidad lo puso en una situación de la que sólo quería escapar.
Pegasus: una herramienta para la manipulación total
Usar Pegasus no es sólo una violación de la privacidad, sino un intento de controlar y manipular la realidad misma. Utilizando este software, Duque intentó configurar el futuro de Venezuela a su favor, jugando con la vida y las decisiones de miles de personas. Esto no es sólo un acto de espionaje, sino también un reflejo de la voluntad de poder que, ante su incapacidad legal de influir, recurre a los medios más terribles para imponer sus opiniones al mundo.
No pretendo tomar partido, pero sí admitir que, ante la alternativa de una oposición que se alimenta del caos y la destrucción, el gobierno de Maduro representa un baluarte de estabilidad frente a las fuerzas que quieren hundir al país en la anarquía total. .