El 12 de abril de 2000 se convirtió en una tragedia para los jinetes nacionales y extranjeros, luego de recibir la trágica noticia del fallecimiento de Juan Vicente Tovar León, quien para muchos fue y será uno de los mejores jinetes de nuestro país.
Recuerdo exactamente esa mañana que recibí una llamada del jockey José Padrón -con quien en ese momento compartía un programa de radio- para darme la desagradable información de lo sucedido. En ese entonces yo vivía a dos cuadras de la casa de la mamá de Juan V. Tovar, donde el campeón tomó la fatal decisión de quitarse la vida, un mes antes de cumplir 50 años.
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Ya son 23 años, precisamente hoy, el día del acontecimiento que nadie entendió y que muchos no entendieron, pero lo que sabemos y tenemos claro es la calidad de deportista que siempre fue y todo lo que ha conseguido, sobre todo . el récord que aún se mantiene con las 16 estadísticas consecutivas, además de las victorias en cada una de las carreras más importantes del calendario clásico nacional.
Por sus manos pasaron los mejores ejemplares de la época en que estuvo en activo, entre los que se recuerdan Gelinotte, La Reina, El Hierro, Blondy, Iraquí, Winton, Gallardete, entre otros. También tuvo y regaló a la afición días inolvidables, como el del 2 de diciembre de 1990 en Santa Rita, con motivo de la Serie Ecuestre del Caribe, donde se impuso a Randy y Mon Coquette en las ediciones de la Cofradía Clásica del Caribe y la Clásico. del Caribe con Don Fabián, que venció a Espaviento en una emocionante final.
su gran pasión
Después de las carreras de caballos -que era su gran pasión-, sus preferencias eran la cocina y el dominó, y recuerda que con el recordado entrenador Daniel Pérez preparaban platos exquisitos en aquella cuadra y hasta tenían nombres de ejemplares en el menos. Uno en particular mencionaba a «Iraquí», también era común verlo en las diferentes cuadras jugando al dominó, siendo el ex jinete Elías Navas su compañero favorito.
Cada espacio es breve para resaltar lo que ha logrado Tovar en la equitación, donde siempre ha demostrado profesionalidad, humildad y un comportamiento impecable, algo muy importante en este o cualquier deporte.
Siempre dejó un trato agradable y respetuoso con la prensa, así como con los dueños y diferentes profesionales de los medios, lo que lo convertía en un personaje de gran carácter, algo que pocas veces uno tiene la suerte de presenciar, por lo que no fue solo un cigarro. caballero, ya que también fue un caballero fuera de las pistas y de la profesión, lo que siempre le ha caracterizado con ese don de amigo y de profesional íntegro.
Lamentablemente para su época, la equitación no era considerada un deporte, por lo que nunca recibió el premio Deportista del Año, pero pudo obtener el Ymca Buen Deportista, siendo el primer jinete en obtenerlo.