Carla -nombre ficticio que protege una identidad real- vive en Bélgica desde 2022, donde se enamoró tras un año de romance virtual con un europeo que la cortejó con regalos e insistió en que se mudara a su ciudad. Una vez allí, descubrió que no le esperaba un idilio, sino el maltrato diario y la pérdida de su libertad.
Detrás de una falsa oferta de trabajo o una supuesta relación amorosa, se esconde el engaño que ha atrapado a cientos de venezolanos en redes de trata de personas en los últimos meses. Lo que comienza como un sueño de una vida mejor se convierte para ellos, algunos menores, en una pesadilla de explotación sexual o laboral..
Las estrategias de los traficantes para capturar mujeres y niñas también son muchas, y utilizan las redes sociales, los resquicios legales, las falsas promesas y, sobre todo, las necesidades de las víctimas para convencerlas de mudarse a otro país, como casi todo el mundo empieza. .
Por tanto, y debido al incremento de casos en los últimos tres años, yoLas autoridades han intensificado la búsqueda de proxenetas, esclavistas y traficantes de personas en general, una guerra que se libra, en gran medida, en las plataformas digitales, donde la trata tiene su principal ecosistema..
Paralelamente, organizaciones no gubernamentales documentan decenas de casos cada mes y ayudan a igual número de víctimas que intentan rehacer su vida tras ser humilladas, mientras luchan con la idea de reconocerse como sobrevivientes.
El trabajo se ha convertido en esclavitud.
Los traficantes han cobrado protagonismo en Venezuela en los últimos años, cuando se ha dado una migración masiva en medio de la crisis económica, generando una avalancha de potenciales víctimas en las fronteras y en caminos irregulares, muchos de ellos tratando de eludir los requisitos de visa en algunos países, y otros cazan por defecto. ofertas de trabajo en Internet, donde las redes de tráfico tienen ventaja.
Desde 2020, la ONG Tinta Violeta registra denuncias por desapariciones de adolescentes y adultos que dejaron de comunicarse con sus familiares luego de emigrar para trabajar como meseros, promotores de marca, limpiadores domésticos, entre otros oficios. La organización pronto descubrió que estaban documentando casos de tráfico.
“En Venezuela, la forma más común de contratación es una oferta de trabajo engañosa. Incluso quienes acceden a ir a ejercer el trabajo sexual son engañados y víctimas de trata”, explicó Daniela Inojosa, directora de la ONG que salvó a 57 niñas y 73 mujeres entre Mayo y noviembre de 2022.
La activista se hizo cargo de mujeres que estaban bajo el control del mismo proxeneta, adolescentes que eran engañadas por primos o hermanos, jóvenes que eran engañadas por sus novios, víctimas de un sinfín de circunstancias que comenzaron con un traslado al extranjero
como tinta violeta, yoLa ONG Mulier documenta las historias de venezolanos que se salvan, un total de 1.390 en 2022, pero esto -la organización alerta- es solo un subregistro de casos que esconde un mayor número de víctimas y un problema mayor para el país.
el amor como atracción
Carla -nombre ficticio que protege una identidad real- vive en Bélgica desde 2022, donde se enamoró tras un año de romance virtual con un europeo que la cortejó con regalos e insistió en que se mudara a su ciudad. Una vez allí, descubrió que no le esperaba un idilio, sino el maltrato diario y la pérdida de su libertad.
No podía hablar con su familia, vestirse como quisiera, usar su teléfono o salir cuando le daba la gana, ya que su esposo convertido en esposo controlaba de inmediato cada decisión en su vida, una nueva rutina sin falta. insultos y trabajo duro., tanto doméstico, en casa, como en una empresa constructora.
Antes de ser rescatada por la Policía, había optado por una «estrategia de sumisión» para evitar más ataques, en su intento de crear una burbuja que protegiera a su hija de 8 años del ambiente violento. Hoy, Carla intenta regularizar su situación en Bélgica y abrirse camino con su pequeña, mientras espera que la Justicia persiga a su expareja.
Todavía llora por contar lo que vivió, pero no se calla, porque no quiere que se repita su caso, por lo que pide a las mujeres y niñas tener cuidado y denunciar los perfiles que les propongan, en las redes sociales. , matrimonios. con extranjeros y vida de ensueño, siempre con el requisito inicial de mostrar desnudos y trasladarse a otros territorios.
Agencias