Con gran afluencia de público, la mañana de este domingo se realizó la tradicional bendición del mar en el Malecón de Puerto Cabello.
En el evento que rige desde hace años, se observó una multitudinaria manifestación de fe y renovada esperanza frente a esta tradición que se realiza en las ciudades costeras de Venezuela, con el objetivo de celebrar la resurrección del Señor Jesucristo y partir Semana Santa.
El gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, elevó alabanzas a Dios para que la bendición del Señor descienda sobre cada casa de la región y que cada proyecto se materialice.
“Pido hoy, a nombre de nuestro pueblo, de mi familia, del alcalde, de todos los portugueses, de todos los carabobeños y de todos los venezolanos, que la bendición de Cristo en esta bendita Pascua caiga sobre cada casa de estos tierras y que cada uno de los proyectos se materialice en un año que, estoy seguro, marcará esta gran recuperación del país», dijo.
Destacó que con la Bendición del Mar se llena de “buenas vibraciones” este 2023.
“Como hombre de fe, esto es lo que le pido a Cristo y le pido a Dios todos los días, así que estoy seguro de que sucederá y esta bendición del mar nos ha impregnado de esa buena vibración y esa buena fe que nos mueve a todos. Que este El Domingo de Resurrección dé a todos los venezolanos la anhelada Paz, bendiciones para todos, felices Pascuas”, expresó.
un salto de fe
La homilía estuvo presidida por Monseñor Saúl Figueroa Albornoz, de la Diócesis de Puerto Cabello.
La santa misa comienza poco antes de las 8 de la mañana con la interpretación de cantos y temas tradicionales a cargo de los integrantes de la Banda Sinfónica “24 de Junio”, bajo la batuta de su director Ligdian Mata.
Luego de bendecir las aguas del Malecón, Monseñor Saúl Figueroa Albornoz, afirmó que la Semana Santa y en especial el Domingo de Resurrección y la Bendición del Mar, reflejan un tiempo de amor y reflexión, que recuerda la muerte y resurrección de Jesús.
“La bendición del Mar es expresión de la resurrección de Cristo y de nuestra resurrección por el bautismo, sacramento por el cual somos resucitados”, dijo.
Durante la Eucaristía, un grupo de barcos, pescadores y remolcadores rodean la barcaza, desde donde tradicionalmente se ofrece la misa, con sus barcos para recibir la bendición y al final de la liturgia sirenas al mismo tiempo sirenas del cielo, gracias por el apoyo. de un helicóptero de la Armada, sembrado de pétalos de rosa para realzar este momento tan especial.
Al final de la ceremonia, un grupo de jóvenes miembros de la Pastoral de la Juventud de la Diócesis de Porto Cabello, bajo la dirección del Padre José Antonio Orellana, ofreció a los participantes una dramatización de la crucifixión y resurrección de Cristo, con un mensaje de fraternidad. y Paz a todos los presentes.