La eliminación de la Vinotinto en cuartos de final de la Copa América no resta ni un ápice al esfuerzo colectivo de los jugadores por trascender el evento, más allá de las posibilidades. Lo cierto es que el grupo venezolano fue diseñado por los organizadores con la innegable intención de facilitarle el camino a México con tres rivales como Ecuador, Jamaica y Venezuela que deberían poder dominar con facilidad en los octavos de final para quedar primero y pasar a semifinales. con la Argentina de Lionel Messi. Pero la selección destrozó el negocio de los comerciantes del fútbol con una actuación más allá de los cálculos al comandar la llave invicto y con una cifra sin precedentes de tres triunfos. Sólo por eso la Copa América fue una victoria contundente para la Vinotinto.
El torneo también sirvió para consolidar el trabajo táctico, propuesta de juego y variantes que tiene a su disposición el técnico argentino Fernando «Bocha» Batista de cara al gran objetivo de la clasificación al Mundial 2026, confirmó Jon Aramburu como el lateral con mejor técnica. y los requisitos físicos para realizar la inagotable labor de luchar cuerpo a cuerpo con los atacantes que caen en su sector, desarmarlos sin incurrir en excesos, apelando a la expectativa de ganar la posición o el balón, para luego salir con la misma inteligencia a lo largo y ancho. el país a sumarse al ataque.
Aramburu tuvo participación directa en los goles para vencer a México y Jamaica. Con su incursión al área generó el penal que coronó Salomón Rondón en el triunfo ante los aztecas, y amortiguó la asistencia que cabeceó Eduard Bello en el triunfo ante los Reagge Boyz. Su determinación de poner su cuerpo en juego y luchar hasta el último aliento en cada desafío es un símbolo poderoso e inspirador de la lucha de los venezolanos en este momento por superar las dificultades con determinación, sacrificio y trabajo, como lo ha hecho Aramburu desde que se fue sin Mucho ruido del Deportivo La Guaira para escalar posiciones hasta conseguir un lugar en la Real Sociedad de España y en la Vinotinto.
La gran actuación de Telasco Segovia en el partido contra Jamaica, en su rol de mediocampista para coger el balón, mover al equipo y darle fluidez al juego fue otro de los momentos destacados del equipo. Se tenía la sensación de que Telasco también pudo haber ayudado a frenar las revoluciones, comandando el juego en el partido contra Canadá, que impuso el ritmo frenético de los contraataques, aprovechando los problemas de Cristian Cásseres y Yangel Herrera para manejar el balón. La vigencia de Salomón Rondón como máximo referente del ataque está fuera de discusión. Su liderazgo es tan valioso como sus objetivos. La copa se fue, pero el sorteo regresa con el sueño mundialista más amplificado.