Los hutíes anunciaron este viernes que atacaron con misiles el portaaviones estadounidense Dwight Eisenhower en el Mar Rojo, en respuesta a ataques anteriores de Estados Unidos y Reino Unido en territorio de Yemen.
El portavoz militar del grupo, Yahya Sarea, afirmó que el ataque era «respuesta a la agresión estadounidense-británica en apoyo al enemigo sionista, que causó 58 mártires y heridos», y que tenía como objetivo «disuadir a nuestro querido pueblo y a las Fuerzas Armadas». Fuerzas Armadas desde su posición de apoyar al pueblo palestino oprimido en la Franja de Gaza.
Los rebeldes yemeníes afirmaron que la operación se llevó a cabo con varios misiles balísticos y que el impacto «fue preciso y directo».
El Comando Central de Estados Unidos (USCENTCOM) informó la víspera que, en conjunto con las Fuerzas Armadas del Reino Unido, llevó a cabo ataques contra 13 objetivos hutíes en las zonas de Yemen bajo su control.
Varios edificios albergan instalaciones de control terrestre de drones y proporcionan almacenamiento para drones de largo alcance, así como armas tierra-aire utilizadas para disuadir las operaciones de la coalición para salvaguardar el transporte marítimo en la región. Los servicios de inteligencia habían identificado estos objetivos en dos lugares cerca de Hudaydah y en Ghulayfiqah, más al sur de la costa yemení.
Los británicos dijeron que en sus ataques utilizaron bombas guiadas del tipo Paveway IV, lanzadas por el avión Typhoon FGR4 de su Fuerza Aérea.
Los hutíes dijeron que el ataque británico-estadounidense dejó 16 muertos y 41 heridos, incluidos civiles.
Las fuerzas hutíes llevan meses atacando barcos en la zona del Mar Rojo, incluidos barcos de Estados Unidos, Reino Unido e Israel, en protesta contra las acciones israelíes en la Franja de Gaza.
Además, sostienen que mantendrán estas operaciones militares hasta que «cese la agresión y el asedio del pueblo palestino en Gaza».