Con Rubén Limardo al frente de la selección, Venezuela subió por primera vez en diez años al podio de la Copa del Mundo de Esgrima, celebrada en Buenos Aires, Argentina.
La selección nacional se enfrentó a la selección húngara por la medalla de oro, en una dura pelea para los criollos que terminaron perdiendo con marcador final de 32-26.
A pesar del segundo lugar, el equipo criollo dirigido por Rubén, Francisco y Jesús Limardo realizó una intervención histórica en la competencia, siendo la primera vez que los hermanos esgrimistas llegaban a una final del torneo.
El capitán de la selección venezolana, Rubén aseguró tras el partido ante los húngaros que estaba muy feliz de estar nuevamente en una final.
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El venezolano ofrece sus impresiones del certamen para el portal deportivo Panam Sports.
“Muy feliz de estar aquí, en un Mundial de la selección. Nos da mucha confianza para la clasificación a los Juegos Olímpicos de 2024, que será bastante difícil”.
Limardo se mostró satisfecho de estar entre los tres primeros del Mundial de Esgrima por equipos y se aseguró de sentirse tranquilo.
«No subíamos a un podio desde 2013 con un bronce y esta vez estábamos en la final y perdimos contra Hungría. Creo que me cansé un poco y el árbitro nos negó la alegación de una acción dudosa».
“A pesar de la caída estamos contentos, la idea era volver al podio, se siente que el resultado está cerca (…) Los Juegos Panamericanos son muy importantes para nosotros ya que participan los mejores del continente y este año van en busca de venganza -finalizó Creole.