Es poco probable que Venezuela aumente el salario mínimo, fijado en 130 bolívares mensuales -3,5 dólares al cambio oficial actual-, debido a las limitaciones económicas del país, las obligaciones laborales y el gasto público que representará para el Estado, según los expertos.
Incapaces de asumir estas cargas, tanto el Gobierno -que considera que las sanciones son un factor decisivo para impedir aumentos salariales- como el sector privado pagan a sus empleados bonificaciones íntegras por beneficios laborales como vacaciones, indemnizaciones por despido y beneficios, mientras que el salario mínimo no aumentará. ajustarse a partir de 2022.
El presidente Nicolás Maduro justificó los bonos como parte de una fase para combatir la crisis económica provocada por las sanciones internacionales.
Sin embargo, el economista y director de la empresa Ecoanalítico, Asdrúbal Oliveros, dijo a Efe que la legislación laboral es una de las condiciones que impiden un aumento del salario mínimo.
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«(Ley laboral) creada rigidez muy fuerte hacia los empresarios, especialmente aquellos relacionados con beneficios sociales son, de alguna manera, retroactivos y su crecimiento puede volverse exponencial”, explica Oliveros.
Aumentar el salario mínimo impondría costos importantes, agregó, sobre todo para el Estado, principal empleador del país, con una nómina de 2,5 millones de trabajadores activos -según cálculos de Ecoanalítico-, aunque la carga es mucho mayor, ya que hay que sumar pensionados. y unos cuatro millones de pensionistas.
«El problema no es ganar 100 dólares, 200 dólares, el problema es que con la corriente de ingresos actual que tiene el Estado venezolano proporcionarles ingresos no es sostenible, usaremos la palabra ‘digno» (…) . «Este Estado no puede sobrevivir con ese número de trabajadores», añadió.
No hay recursos en el Estado para una carga mayor
Por su parte, el economista y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, Leonardo Vera, dijo a Efe que aumentar el salario mínimo implica también ajustar toda la escala salarial de los funcionarios públicos, según su rango, y el Gobierno ha afirmado que «Él «No tiene los recursos para afrontar una carga tan pesada».
Entre los funcionarios en activo, pensionados y jubilados, el presupuesto nacional sólo puede gastarse en ese número de dependientes, afirmó Vera.
Por otro lado, agregó que al congelar el salario mínimo, El gobierno limita el gasto presupuestario y no necesita «imprimir tanto dinero como solía hacerlo durante la hiperinflación, para tratar de cumplir con esas obligaciones».
«La lógica detrás de esta política es que si subo mi salario tengo que buscar recursos que no tengo. «La actividad económica no se recupera, los ingresos petroleros tampoco y los impuestos calculados de esta manera no son muy altos. Si no hay suficientes ingresos, tengo que crear dinero», explicó.
Esos bolívares sobrantes -dice Vera- van al mercado y se cambian por dólares, lo que aumenta el tipo de cambio y, por tanto, el precio de la economía en Venezuela.
Para los economistas, Las cifras del salario mínimo han sido destruidas en Venezuela, mientras que «en los países europeos son los logros laborales», así como «la capacidad de organizarse y negociar salarios a través de convenios colectivos».
“El salario mínimo es parte de las conquistas laborales que se han destruido en Venezuela”, concluyó.
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