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Nuestras vidas suceden a menudo tiempo para soñar, la única manera de esperar que nos llegue algo diferente a lo que estamos acostumbrados. Entre los sueños más deseados, viajar es uno de los más favoritos. Todos queremos cambiar nuestra rutina por algo que nos haga sentir más vivos, más felices. aliviarnos del estrés y orden asfixiante. Hay momentos en los que necesitamos evitar cosas que nos estresan y agotan, necesitamos alejarnos de lugares donde el miedo es la única alternativa, la violencia y la violencia, acompañada de un sinfín de malestares que poco a poco van aumentando. afecta nuestra salud.
No todo el mundo sabe viajar, hay que buscar la manera de cambiar lo que nos afecta, la mente llega lejos en sus sueños, hay libros de aventuras increíbles. Pablo Neruda dice en su poema: «El que deja de soñar, muere lentamente». Dejar de soñar es morir sin luchar contra el tiempo, porque la vida no es eterna, y los sueños no son eternos…
Viajar es una oportunidad para que conozcamos otros mundos, otras naciones, otra cultura, su desarrollo, arte, creencias, comida, etc. Para los que están en el último tramo del tiempo, las nubes son las glorias del sol poniente, que ya se anuncia, tiñendo de rojo el cielo crepuscular. Las olas de los sueños nos conducen como viajeros incansables a los lugares encantados de la nieve y los vientos del gélido invierno, las noches heladas y las banderas que ondeaban orgullosas su hermosa libertad…
Durante el viaje el humor cambia, nos sentimos cómodos, felices, diferentes. En el camino encontramos de todo, revelaciones y señales, lugares paradisíacos, e incluso, como siempre, cementerios donde la imaginación se eleva ante algo solitario. Nos imaginamos eso en tal lugar, en tanto silencio, perdidos en la muerte, absortos, salvajes, reconfortados por la melodía de ese paisaje apacible, floreciente, hermoso y triste al mismo tiempo. Por eso y más nuestro espíritu vuela como un sueño ¡Cuando nos damos la oportunidad de cambiar! ¡Cambialo!
Somos soñadores buscando cambio.. Viajar enriquece nuestra cultura, nos da paz y felicidad, parece que cuando viajamos, tenemos más tiempo para reflexionar y disfrutar de las altas antorchas del cielo, los atardeceres y los amaneceres. Una persona aprende a disfrutar todo con sinceridad y a mantener los ojos abiertos a todos los paisajes, viajar es poder conocer cosas maravillosas y hermosas que no se pueden olvidar …
Piensa, querido lector: Sin invierno, la hermosa primavera mostró en vano su esplendor, no permitiéndonos detenernos en el camino, ay, estamos en ese rincón, en ese puerto estamos condenados a permanecer anclados: amargados, deprimidos, solos. … Los límites de la vida los crean quienes se limitan a sí mismos. A pesar de los desafíos, podemos convertir años de ira en símbolos de alegría. «Los años no me han impedido planificar mis viajes cada día y hacer realidad mis sueños por las noches…»
“He sido un alma alerta de todos los sentidos, he visitado y disfrutado algunas de las bellezas naturales del mundo, soy un soñador y ¿cual es el costo de un sueño? Soñar no vale nada…
Amanda Niño P.
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