“No permitiré que juzguen a mis jugadores”, escribió Omar López este lunes en su cuenta de Instagram. El estratega se permite reflexionar sobre lo que fue la eliminación de Venezuela en los cuartos de final del Clásico Mundial.
“Es posible que muchos crean que esto no me afectó, que no va a significar un estigma muy grande en mi vida… (Pero no) Este barco era mío y asumo todas las consecuencias”, escribió el piloto en el significado del mensaje. .
“No habrá nadie que se diga venezolano, que tenga pasaporte venezolano o cédula de identidad, que le duela más este momento que a mí”, agregó.
Omar López hizo una referencia específica a Silvino Bracho, quien terminó recibiendo de manos de Trea Turner el Grand Slam que condenó a Venezuela.
«A Silvino no se le puede juzgar… Yo fui quien tomó la decisión y soy el único responsable», añadió el estratega, que ya se había pronunciado sobre su polémica decisión en la rueda de prensa posterior al partido.
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Respeto a sus jugadores
Entre otras cosas, Omar López pidió agradecimiento por sus jugadores que “dejaron el alma en la cancha para representar a Venezuela”. También admitió que ver su rostro después de la derrota fue lo más difícil.
“Les pido de todo corazón, que aplaudan a todos esos muchachos que juegan como niños… Aplaudan a esos muchachos que le dieron días sublimes a todos los venezolanos en el mundo”, dijo.
Asimismo, expresó su agradecimiento a Miguel Cabrera, Salvador Pérez y José Altuve quienes fueron los líderes del equipo desde antes del inicio del torneo. Y reiteró que hay un futuro promisorio para el béisbol venezolano.
Quisiera agradecer a los encargados de organizar este evento, la profesora Aracelis León y todo su personal de la Federación, logística, operaciones, mi cuerpo técnico y todo el personal detrás de cámaras que lograron mantenernos día a día en el clásico. .
A toda Venezuela!!
Hoy y por mucho tiempo NO HABRÁ NADIE que se llame venezolano, que tenga pasaporte o cédula de identidad venezolana y este momento no me duele más que a mí.
Quería ser Campeón del Clásico, por mi familia, por mi padre, por mi país, por el orgullo profesional de izar nuestra bandera en lo más alto del béisbol mundial.
Así que repito, asumo toda la responsabilidad. Y espero que la vida y DIOS nos hagan superar estos momentos con futuros éxitos, con el mismo nivel de amor, entrega y compromiso por nuestro país.