Este 23 de enero, cuando se cumple un nuevo aniversario del fin de la última dictadura del siglo pasado, vemos a los demócratas venezolanos exigiendo elecciones libres, limpias, justas y supervisadas, como debe ser, por organismos internacionales y no por representantes de la dictadura.
Así lo afirmó el exparlamentario y dirigente social Simón Yústiz, quien además agregó que hace exactamente 66 años éramos los mismos que ahora: sujetos a un régimen que no toleraba la disidencia política y en circunstancias similares suprimía a los partidos políticos y sindicatos, exigiendo los derechos de los trabajadores y, en general, de los ciudadanos.
Ese pueblo en 1958 era muy parecido al de hoy, formado por venezolanos descendientes de quienes hace 66 años desafiaron la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y su camarilla, porque ya estaban cansados del régimen de Nicolás Maduro, que destruyó el gobierno. . petrolera y su complejo refinador de Paraguaná, la empresa más importante del mundo porque tenía la mayor capacidad operativa y le permitió convertirse en Venezuela, hasta que poco después llegó al poder Hugo Chávez, el puntal de la industria en Sudamérica.
En ese momento, el Partido Comunista y Acción Democrática eran los principales partidos que luchaban por sus demandas, y la dictadura militar no sólo obstaculizó sus actividades sino que también reprimió a sus dirigentes y combatientes, encarcelándolos, torturándolos físicamente, en muchos casos. Causaron muertes y, además, el organismo represivo del Ministerio de Seguridad del Estado fue asesinado a sangre fría. No hay diferencia con lo que sucede hoy en el mismo país.
El 23 de enero de ese año, la gente salió a las calles para celebrar que había huido en el avión presidencial a República Dominicana, hogar de otra dictadura, Marcos Pérez Jiménez y su pandilla. Se inicia así un proceso democrático, en el que además de los partidos antes mencionados, aparecen otras organizaciones políticas y los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir a sus líderes.
Ya en este siglo, un partido único y sus aliados han tomado el control del país, pero lo han sumido en la mayor crisis económica del mundo, con trabajadores ganando salarios miserables, los más miserables y con los peores servicios públicos, además de corrupción. que ningún otro país ha sufrido y donde un solo funcionario es responsable de hacer desaparecer más de 30 mil millones de dólares, esto solucionaría todos los problemas de unos veinte millones de venezolanos, todavía existe porque más de siete millones de personas se encuentran en situaciones difíciles. afuera, porque no pueden soportar las dificultades.
Este día debe hacernos pensar que rescatar la democracia es deber de quienes creemos que podemos sacar nuestro país adelante, que podemos vivir sin la preocupación de que nos abrume porque la mayoría de las familias pobres y de la gente pobre no pueden acceder a los alimentos. Tenemos la capacidad de que cada persona prospere y alcance un ingreso digno para sus necesidades y las de su familia.
El 23 de enero debe ser otro despertar del pueblo por la democracia y recordar los dichos que repetían nuestros padres y abuelos; Ya tenemos la democracia con toda su gracia y majestuosidad, con una popularidad que no se compra en la farmacia, concluyó Yústiz en declaraciones a El Impulso.