Saldo – un una hermosa palabra en españollleva dentro de sí el dulce calor que surge de la repetición de la letra i. Tres de las cuatro sílabas contienen esa letra de lamento y búsqueda. El i como nunca expresa plenitud a y oh. El i Estas son las preguntas e inquietudes:
donde te escondiste
Precioso y me dejó gimiendo.?
Como un ciervo del que huyes
lastimame;
Después de que lloraste, salí y desapareciste.
(San Juan de la Cruz, Cántico espiritual B, verso 1) Por otra parte, la plenitud de la alegría del amor se expresa en las vocales abiertas del verso 14 del mismo Cántico:
mis queridas montañas
valles solitarios de nemor
muchacha islas extrañas
yoos ryosonora s
los silbidos de los aires amorosos.
O la quinta estrofa del poema del poeta sufista «Noche oscura»:
¡Oh noche de tu guía!
¡Oh, la noche es más hermosa que la mañana!
Oh ayer te reuniste
Amado por amado,
amado cambiado amado!
Redundancia Sí En la palabra equilibrio, quizás represente la inestabilidad del equilibrio. Pensemos en ellos malabaristas de circo caminando sobre la cuerda floja, realizan sus hazañas con suaves movimientos de brazos y piernas, mientras el público se preocupa de que se les enfríe el estómago. Cuando llegan a la meta, todos sienten una gran sensación de alivio.
Nuestra vida es una búsqueda del equilibrio.. Todos, salvo excepciones, queremos una vida tranquila, sin preocupaciones económicas, con buena salud y un buen trabajo. Las excepciones son los aventureros, los que corren riesgos y los entusiastas de los deportes extremos. Son los menos, pero si existen, existen. La mayoría de la gente es más moderada en sus aspiraciones, prefiere tranquilidad sin peligro. Me incluyo, nunca hubiera podido hacer un deporte peligroso. El mío está todo a nivel del suelo y sin velocidad mecánica.
El equilibrio es una búsqueda personal. En el caótico mundo actual, es imperativo que todos luchen por la paz para poder difundirla de alguna manera entre quienes los rodean. No podemos permitirnos dejarnos arrastrar por la histeria colectiva de una sociedad sin guía. Se pierde el control porque se olvidan los valores morales y cívicos. Si todo es posible, todo es razonable, la vida se ha convertido en un abuso de unos a otros, un abuso de las libertades. Porque debe haber límites, como entre parcelas del mismo barrio. No puedo llevar mi libertad hasta el punto de invadir la libertad de los demás. Esto sucede porque la egomanía olvida la alteridad.
El hombre es egoísta, necesita de otras personas, los principios morales y las leyes nacieron para vivir en sociedad y regular esta convivencia. Saltarse estas normas legales es un retorno a la vida primitiva. En nuestro convulsionado planeta, el homo sapiens parece haber regresado a la jungla y a cuatro patas.
Debemos reaccionar ante este regreso. Necesitamos hacer un examen personal de la forma en que vivimos. ¿Hemos abandonado nuestros valores morales y religiosos? ¿Hemos caído en la corriente de que todo es posible porque hay que ser real? ¿La realidad se comporta como animales guiados únicamente por instintos? ¿Es la civilización mala?
Necesitamos restaurar el idealismo y la búsqueda de la excelencia. La historia de la humanidad en la tierra siempre ha sido un drama de lucha por seguir adelante. Es la persona que ha logrado el progreso de la ciencia, la tecnología, la educación, el arte y la cultura. No volvamos atrás. Un hombre que ha llegado a la luna y quiere llegar más lejos, es una persona que sabe distinguir entre el bien y el mal, que no ha olvidado su pecado, como muchos afirman hoy, que ha superado sus debilidades y se ha apoyado en sus fortalezas espirituales. Luchó por la perfección, porque sin esta búsqueda no se pueden alcanzar los ideales científicos, artísticos o culturales. No perdamos a este hombre.
es una persona equilibrada. Caminando siempre sobre la cuerda floja, logrando el objetivo a base de valentía y perseverancia. No alguien que quiera hundir a los demás revolcándose en el barro de sus propios instintos. Esa persona desconoce la palabra equilibrio, base de la sensatez y del buen hacer. El equilibrio es el nutriente de los ganadores.
¡Qué bonita es la palabra equilibrio!
Alicia Álamo Bartolomé