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Cada uno vive un Odiseo cada día a su manera. Leemos, meditamos, escuchamos música, vemos la televisión, escribimos, rezamos, nos dedicamos a pensar en el día a día o a analizar el mundo fuera de nuestra ventana y lo que sucede cada día.
¿Qué veo fuera de la ventana?
Un cielo saturado de estrellas generosas y de una brisa generosa por la noche, un sol cruel y auroras polares durante el día, una vida levantada por ruidos y llantos de oraciones. Todo viene y sucede, La vida es una antorcha que Dios enciende.El buen padre que nos inspira con apasionadas canciones de amor en doble lira…
¿Qué veo fuera de la ventana?
El paso de desconocidos perdidos a la vuelta de la esquina, algunos de los transeúntes me parecen vidas llorando, corazones llenos de aburrimiento, corazones tarareando con pesimismo. Puedo sentirlo afuera todo se exilia en la indiferencia tanto de los que pasan como en la angustia de las nubes… Los relojes continúan su carrera, y con ellos el breve transcurrir de las vidas de las criaturas que van y vienen, los jóvenes y los viejos, gente delgada y de huesos crujientes. Los ganchos se han oxidado con el tiempo. Aunque nadie duda ni admira la fuerza joven, también debe saber que menguará y terminará…
¿Qué veo fuera de la ventana?
Casas y edificios con familias durmiendo el amanecer en sus ojos los sueños se escapanjardines donde crecen rosas y pájaros cantan, árboles esperando la lluvia y huellas que resuenan con el balanceo de la brisa.
La oscuridad cae, fuera de mi ventana Ahora ya no se ve a los transeúntes, se van uno tras otro como se van los días de verano, esperando la lluvia, un mejor despertar o el canto de la cigarra. Todo se repite, el ruido regresa hasta la noche, el nuevo día disfruta del silencio que pronto morirá cuando el pájaro regrese sobre sus alas. Turistas con futuro, corazones impenetrables, cosas bellas que los pobres creen para sobrevivir, llamas que arden con poder y prisa, criaturas que no tienen tiempo para hablar con sus hijos o sentarse a la mesa, siguen pasando por mi ventana. mira la flor…
Todavía estoy aquí, mirando por la ventana., sentirse parte de este mundo extraño, soportar ojos que no ven más que sus propios sueños, conocer las nostalgias, las incertidumbres, las apariencias de los demás. Sigo aquí, desde mi ventana doy la bienvenida al día, doy la bienvenida a la noche y tiro al viento mis pensamientos, ideas y sueños, solo aquí sigo el fluir de mis años, unido a los rincones de mi vida. , de mi parte !Nada!
Amanda Niño P.
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