Cuando estás decepcionado debes pensar que estás en el lugar equivocado, y para combatir esta confusión debemos enfocar nuestra mente para que esté en el lugar correcto. Venezuela. pero tenemos aquellos que aman la nación Debemos tener una fuerte voluntad y convicción de que ningún poder, por poderoso que sea, tiene la autoridad para acabar con nuestro país, ni se permitirá que termine con la intención de arruinarlo y destruirlo.Por el bien de todos, que sea del infierno, porque la patria y sus hijos están protegidos por el Espíritu Santo y por los muchos valores de sentimientos nobles que están siempre vigilantes en esta época para proteger y aumentar las riquezas y las buenas tradiciones. disfrutará. pero ahí están esperando ahora y con trabajo honesto volveremos aquí a amar, admirar, respetar el país donde todos quieren vivir, hoy estaremos a imagen del mundo, hablando mal y mirando negativo. y somos los más peligrosos del mundo, ¡No, nadie acabará con este país, por el amor de Dios! todo está aquí esperando lo mejor para todos, creamos en ello y seamos parte de la solución.
Convenzamonos de que no podemos tapar el agujero con compuesto, El país necesita ideas más creativas de ciudadanos que quieran trabajar, producir y compartir., aportar donde más duele y trabajar hasta el cansancio; Este es un llamado a todos los venezolanos y no venezolanos de buena voluntad, a trabajar más duro a su manera, monolíticamente, a trabajar con más fe y a dejar de perder el tiempo, ingrediente principal de la depresión enfermiza. parte de y malas políticas. Al ocuparse de todo lo que todos sabemos sobre la industria, las principales empresas de Guyana, por nombrar sólo dos, han sido destruidas por pura fuerza de voluntad, pero no hay espacio en todo el documento para lo que ya se ha hecho. no existe hoy.
No olvidemos que si el agricultor es pobre, el país también es pobre. «El mensaje García» y entender que la agricultura y la ganadería es la primera economía del mundo, y los que toman las decisiones lo saben, pero yo no lo sé, y debemos actuar positiva y enérgicamente para que no causen indiferencia, respeto o daño.
Ahora, más que nunca, un pueblo unido está encontrando soluciones para la paz, la armonía, el respeto y el bienestar de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán
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