En Venezuela, la falta de políticas públicas y la falta de una conciencia real de la diversidad de personas son problemas que no podemos ignorar.. Entre los muchos males que vivimos, destaca la vulnerabilidad de las personas con capacidades y necesidades diferentes. El Estado le debe mucho a estos grupos, lo cual debe ser atendido por políticas públicas que trabajen para proteger y cobijar a todos los ciudadanos por igual. El país que soñamos debe garantizar derechos y oportunidades para todas las personas sin discriminación alguna.
Nos autodenominamos revolucionarios e incluyentes, pero quedamos fuera de las protecciones que cualquier nación debe dar a su pueblo, agravando las dificultades que enfrentan personas con necesidades diversas, garantizando que sean tratados con dignidad y respeto. Vivimos bajo un régimen. su estatus o identidad. La discriminación y la exclusión no pueden ser toleradas en ninguna sociedad.
Por ejemplo, la diversidad no es una de sus preocupaciones. Las instituciones no recopilan información oficial sobre personas con discapacidad o personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. Estos venezolanos no solo tienen que enfrentar la discriminación, sino también sufrir la crisis económica, política y social que nos azota todos los días.
No existe una ley que proteja los derechos de los ciegos en nuestro país, y no se facilita la movilidad de los discapacitados. y no se promueve su acceso a los lugares públicos y al transporte. En el campo de la educación, aunque existen normas que obligan a las escuelas a aceptar niños con síndrome de Down o autismo, No se han desarrollado ni implementado mecanismos efectivos para adaptar la educación a las necesidades específicas de estos niños y jóvenes.. Todos tienen capacidades y desafíos diferentes y se les debe garantizar una educación inclusiva que les permita desarrollar todo su potencial.
La verdadera inclusión requiere políticas dirigidas a toda la población, especialmente a aquellos que más lo necesitan. Ignorar estos importantes temas es condenarnos al atraso. Una emergencia humanitaria compleja no puede ser una excusa para ignorar la inclusión. Necesitamos concienciar y educar sobre la discriminación que se da en nuestra sociedad.
El estado debe intervenir para garantizar que todas las personas tengan los mismos derechos. El país que queremos, el país que debemos construir, debe ser inclusivo. Esta es una de las principales tareas donde todos los venezolanos somos iguales y podemos educar y concientizar sobre la importancia de la inclusión en nuestra sociedad. Es hora también de trabajar por una Venezuela social e inclusivamente desarrollada.
Stalin González