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Dios creó su creación inspirado en su visión de representar la belleza en el mosaico del amor, los contornos de las emociones que surgieron en la fuente de la vida «»Un sentido de pertenenciay lo pintó con pincel sobre pergamino, confiado en que quedará plasmado como un cuadro que llevamos siempre en el corazón, motor de revoluciones para vivir y caminar el día a día. sonríe y da amor. Es una bendición de Dios poder describir lo hermoso, hermoso y bendito que es tener un pedazo de cielo azul. El Centro de Atención Integral a la Parálisis Cerebral y Discapacidades Físico Motoras de San José (CAIPCIN) es donde trabajo como miembro de la facultad junto con muchos de mis admirables e incansables colegas de este centro de capacitación. Lleno de amor, dedicación y entrega total, la principal razón por la que trabajamos aquí es llenar de amor, amabilidad y comprensión toda la lista de niños y adolescentes que visitan este centro. El cielo refleja el color azul del vasto mar que ilumina nuestros ojos con la luz de la paz en la belleza deslumbrante de cada amanecer y la esperanza de sonreír a la vida por todo lo que hemos logrado y esto es una pequeña parte de nuestra vida. el cielo azul que Dios nos dio para apreciar nuestras acciones en nuestra existencia. Un pequeño pedacito del cielo azul son las estrellas que reflejan el mundo infinito de amor, confianza y esperanza en el corazón de cada uno de estos niños, quienes cada día encuentran momentos que los llenan de sueños, deseos y fantasías. vida Todos estos niños nos regalan un pedacito de su corazón a través de sus sonrisas y miradas regordetas. amor, bondad y comprensión Aquí reflejan sus sentimientos y cambios en su corazón, aquí nos muestran una pequeña parte del cielo azul de la bondad y la inocencia de creer que todo es posible. Las sonrisas de los niños son tan hermosas porque son expresiones sinceras. Tenía razón el cantante venezolano Reynaldo Armas cuando dijo en su pieza «El Credo» que no hay nada más sincero que la dulce sonrisa de un niño. Un pedacito de cielo azul somos cada uno de nosotros, director, administración y personal que trabajamos en este centro con nuestra entrega, constancia, voluntad, vocación de servicio, dedicación y devoción. noble y único y bendito corazón para Dios cumplimos este pedacito de cielo azul con el trabajo y propósito que Dios nos ha dado para servir y hacer el bien a estos niños. Dijo el Libertador Simón Bolívar; «HACER EL BIEN NO DEPENDE DE NADA Y VALE MUCHO«. Yo José Luis Mogollón, Aunque Dios no me ha dado la alegría, el privilegio y la felicidad (aún) de tener hijos, quiero, amo, aprecio, admiro y protejo a los niños porque yo también tengo muchas necesidades y fui un niño con cambios. infancia La Biblia dice: “Cuando era niño pensaba como niño, jugaba como niño y hablaba como niño, pero ahora que soy hombre, he dejado toda esa infantilidad” C1 Corintios 12: 11). Finalmente todos los que trabajamos en CAIPCIN junto con todos los niños definitivamente somos… UN PEDAZO DE CIELO AZUL.
Profesor José Luis Mogollón
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