“No penséis que he venido a traer paz a la tierra; No he venido a traer paz, sino espada. He venido a poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, ya la novia en contra de su suegra. Todo el mundo encuentra enemigos en su familia.(Mateo 10, 34-36).
¡¡¡¿Este?!!! y dijo que Jesucristo? Lo mismo. Y, por supuesto, sorprende que pronuncie esta frase, que parece contradecir lo que debe ser una buena relación familiar.
Este es uno de los pasajes más asombrosos del libro. Buenas noticias. Con estas palabras el Señor quiere mostrar el conflicto que suscita su mensaje en el Evangelio. Jesús resultó ser un «signo de oposición» (Lc 2, 34), porque muchos querían negarlo, y en verdad lo negaron. ¡Incluso los miembros de nuestra propia familia!
Así que hoy el Señor nos recuerda esto: entre los que rechazan a Dios, Jesucristo, su Iglesia, pueden ser miembros de nuestra propia familia. De hecho, si todos en la familia viven por fe, entonces la fe se convierte en una fuente de armonía, paz, armonía y amor. Pero puede ser un signo de conflicto o un motivo de división. A veces sucede que cuando un cristiano elige seguir a Cristo, como Cristo merece y como Cristo quieresi suscita oposición, crítica y hasta persecución, ¡ay!… Y esto puede suceder hasta en la misma casa.
Para entender mejor esta difícil situación, es bueno recordar algunas palabras del Señor que llenarán tu necesidad hoy: “Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 8, 21). La Palabra de Dios une a las personas, las hace familia. Pero aquellos que no siguen la Palabra de Dios se convertirán en una fuente de separación y finalmente división., porque estaban separados de los que le seguían. Entonces, ¿quién se divorcia? ¿Quién está separando a la familia?
Y Jesús continúa: “El que ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí. El que ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí”. (Mateo 10, 37).
con estas palabras El Señor quiere mostrarnos que nuestro amor por Dios es mucho más grande que Su amor por todas Sus criaturas.…Supera incluso el amor por nuestros seres queridos. Debes amar a Dios más que a tus padres, a tus hijos… y por supuesto, más que a ti mismo.
El Señor no quiere decir que no amemos a nuestros familiares, eso es lo contrario. la ley de dios. Esto significa que el amor por Dios viene antes que el amor por cualquier otra persona. Y ya se ha dicho, porque en eso consiste El primer mandamiento: Amar a Dios sobre todo.
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isabel vidal de tenerife