– Infórmate Venezuela –
El año 2024 llega a su fin y con él se cierra un capítulo lleno de desafíos que pusieron a prueba la fuerza y la resistencia. el pueblo de venezuela. No ha sido un año fácil. Las dificultades económicas siguen pesando mucho, las fallas en los servicios han erosionado nuestra tranquilidad y la calidad de vida parece cada vez más difícil de alcanzar para muchos. Las familias luchan contra la falta de recursos en la vida cotidiana, la migración continúa destrozando los hogares y seguimos en un estado de incertidumbre perenne.
Sin embargo, en medio de este panorama, hay algo que se mantiene firme: esperanza Los venezolanos, con la mirada puesta en un futuro mejor, seguimos creyendo que el país se puede reconstruir y que tarde o temprano la luz volverá a iluminar nuestras calles. Cada gesto de solidaridad, cada comunidad organizada para resolver los problemas locales, cada madre que lucha por alimentar a sus hijos, cada maestra que sigue enseñando a pesar de las dificultades, aunque intenten quebrarnos, es una señal de que el espíritu de Venezuela permanece.
Así es panorama político no dio muchos motivos para el optimismo. Pero incluso en esos momentos más abatidos, debemos recordar que la democracia no se construye de la noche a la mañana y que cada paso, por pequeño que sea, nos acerca al país de nuestros sueños.
De cara a 2025, no podemos perder de vista nuestros objetivos comunes. Venezuela debe avanzar y esto sólo es posible si trabajamos juntos, dejamos de lado nuestras diferencias y reconocemos que el verdadero enemigo es. No podemos permitir que las divisiones internas nos debiliten. El cambio se logra mediante esfuerzos colectivos, respeto por el pensamiento diferente y la construcción de un país donde haya lugar para todos. Si perdemos la esperanza, el régimen ganará.
El año que viene nos brindará una nueva oportunidad para seguir trabajando. El reconstruyendo el pais No sucederá de inmediato, pero cada uno de nosotros tiene un papel clave en este proceso. Desde la ubicación más pequeña hasta los escenarios de decisión más importantes, cada acción cuenta. Jóvenes que continúan sus estudios, profesionales que no han abandonado su profesión a pesar de sus bajos salarios, comunidades formadas para mejorar sus condiciones de vida: todos ellos forman parte del motor del cambio que no se detiene.
2025 será un año de desafíos, pero también de renovadas esperanzas. Este nuevo capitulouna página en blanco en la que podemos escribir con empuje, compromiso y confianza que por muy sombrío que parezca el presente, el futuro puede ser diferente si seguimos trabajando por ello. Gracias a cada venezolano que resistió, que mantuvo la esperanza, que trabajó desde su propio campo de acción. Que el año que viene nos encuentre más unidos, más fuertes y más seguros. Venezuela merece más. Avancemos con la esperanza como bandera y la democracia en nuestro camino. Nos espera el 2025 y con él la oportunidad de reconstruir nuestro país.
Stalin González
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