total 282 casos consumados de feminicidio y 120 casos de frustración, Fueron monitoreados desde el Observatorio Digital de Feminicidios del Centro Justicia y Paz (Cepaz) a finales de 2022, con un promedio de un acto de feminicidio cada 26 horas.
En total, se registraron 368 agresores en relación con 282 feminicidios consumados, ya que en 51 casos los agresores actuaron en grupo, lo que demuestra que, en términos numéricos, el número de delincuentes supera al de víctimas. De estos 368 infractores, 12 tenían entre 12 y 17 años. Es decir, son delincuentes juveniles.
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El motivo claro del agresor juvenil
Cuatro de los casos involucraron agresión o agresión sexual contra la víctima. En otros cuatro casos, el desprecio por las mujeres se expresó de manera disputa económica. Naturalizar las relaciones asimétricas entre los sexos limita el acceso de las mujeres a la educación, al trabajo, a los recursos y, sobre todo, a una vida libre de violencia. Un caso implica desprecio por una situación o vulnerabilidad, y otro es un escenario de celos o acusaciones de infidelidad.
Dependiendo del tipo de feminicidio que ocurra en territorios específicos y durante períodos de tiempo específicos, a partir de los cuales se puedan identificar patrones, se desarrollarán diferentes políticas públicas de prevención, los hallazgos culturalmente apropiados y los factores de riesgo se vuelven más evidentes en los casos de vigilancia.
desprecio por las mujeres “… está presente cuando pensamos y actuamos como si fuera natural dañar, marginar, maltratar y promover acciones hostiles, agresivas y sexistas contra las mujeres. La misoginia es política porque por el solo hecho de ser mujer se es discriminada, interiorizada, denigrada, abusada, marginada, sojuzgada, confiscada, excluida y perjudicada. En resumen, la misoginia es una fuente consensuada de poder que oprime a las mujeres antes de que actúen o se expresen, incluso antes de existir, simplemente por su condición de género… Marcela Lagarde señaló en su libro “El feminismo en mi vida”, publicado en 2012, una colección de textos escritos por la autora a lo largo de más de tres décadas.
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En el 83,3% de los casos, los menores infractores actuaron individualmente para cometer actos ilícitos. En uno de los 12 casos participaron dos delincuentes. feminicidio. En otro caso estuvieron involucrados tres delincuentes.
Alcance ocurre
Ocho de los casos registrados para esta vigilancia especial muestran el domicilio de la mujer como la zona donde ocurrió el crimen. La casa prevalece como el espacio más frecuente donde se encuentran los cuerpos de las personas.mujeres víctimas de feminicidio. La privacidad es una fuente de opresión para las mujeres maltratadas y ha contribuido a su subordinación doméstica.
Tipo de arma o mecanismo de comisión
Entre los menores infractores que cometen feminicidio, es claro que el mecanismo menos utilizado es el acto de un pistolas de mano (sólo ocurren dos casos). Pero los medios de comunicación describieron cuatro asesinatos de mujeres perpetrados con armas punzantes y seis muertes violentas con manos y pies (puñetazos y patadas). Es decir, los cuerpos de las mujeres confirman por sus marcas la brutalidad con la que fueron asesinadas.
Agresor adolescente se suicida
No se observó suicidio entre matones adolescentes una vez cometido el acto de violencia. La mayoría de los feminicidios posteriores al suicidio del agresor involucran el uso de armas de fuego; y como hemos visto antes, entre los adolescentes las armas de fuego son el mecanismo de acción menos común.
Arrestan al agresor adolescente
En 12 casos registrados durante la vigilancia a finales de 2022, seis de los agresores adolescentes fueron detenidos tras el incidente. Dos personas huyeron y una murió en el incidente, pero no por suicidio. Se trataba de un adolescente de 17 años, según notas de prensa. “…fue capturado por delincuentes de la zona, quienes lo asesinaron e incineraron su cuerpo en el Callejón Marín (San Agustín del Sur)…” El hecho ocurrió en enero de 2022.
La relación afectiva entre la víctima y el agresor juvenil
Entre estos 12 asesinatos de mujeres llevados a cabo por agresores juveniles, podemos observar que sólo dos de ellos estuvieron involucrados en lo que llamamos feminicidio íntimo (en el que existe una conexión entre parejas y exparejas sexuales entre víctimas y agresores, conviviendo o sin bajo el mismo techo) .
Por otro lado, los asesinatos no íntimos de mujeres ocurrieron en 7 de 12 casos. Seis de ellos fueron cometidos por conocidos sin relación familiar (clientes, amigos, vecinos o vínculos académicos o laborales) y un caso sin relación aparente.
Este último hecho ocurrió en Barinas, donde una niña de 11 años fue asesinada a puñaladas por su vecina de 15, quien intentó violarla. En estos casos, la ausencia de una relación previa entre víctima y agresor no sólo no descarta la posibilidad de que exista una relación de poder entre ambos, sino que del mismo modo que ocurre con la violencia contra las mujeres, en público el desprecio es evidente. .
Finalmente observamos tres casos que podemos clasificar como asesinato familiares decir, cometidos por miembros de una misma familia, porque se tiene en cuenta el parentesco, ya sea de parentesco, consanguinidad o adopción.
Mujeres son coautoras o cómplices de feminicidio
En dos casos se menciona la participación de mujeres como autoras o co-conspiradoras. El primer incidente involucró a una madre adolescente (16 años) y su pareja, quienes golpearon repetidamente a la niña mientras lloraba. En este caso se produjo una brutal golpiza, en la que el cráneo resultó más afectado y la víctima no recibió la atención médica adecuada. Esta realidad a su vez es una asesinato de niños, en el contexto de la relación de responsabilidad, confianza o poder que su situación parental otorga a la niña. En el otro caso, la hija de la víctima, una joven de 15 años, actuó junto con un chico de 15 años, pareja de la víctima.
Apoyo indirecto a las víctimas
la revisión de El feminicidio como problema social implícito, no sólo su visibilización sino también la condena pública a los agresores según el alcance de su responsabilidad y los factores que la mitigan o agravan; y reducir la percepción de impunidad mediante una aplicación efectiva de la ley. Esto ayuda a acortar el camino para abordar el fenómeno y diseñar soluciones, incluyendo la atención y apoyo a las víctimas indirectas de estas muertes violentas, como niñas y niños huérfanos a causa del feminicidio. sus madres, revelaron esta particular supervisión de los agresores adolescentes.
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