Estas líneas fueron escritas aproximadamente al comienzo. Citas en Barbados entre el régimen y al menos una parte -con diferencia la mayoría- de la oposición organizada.
Estas reuniones tienen como objetivo aprobar y elaborar acuerdos previos entre el propio régimen y Estados Unidos. Porque negociar requiere cierta fuerza y habilidad. La resistencia puede tener habilidad, pero la fuerza (la llamada fuerza bruta) no.
La debilidad y al mismo tiempo la virtud de la oposición civil es que ha resistido abusos y provocaciones durante un cuarto de siglo -salvo en casos muy especiales- sin recurrir deliberadamente a la violencia física. La violencia nunca ha sido la política de la oposición organizada.
Durante todo este tiempo no ha habido guerrillas, terroristas ni nada parecido a unidades paramilitares. Porque la dura verdad es que aquí nadie, a sabiendas, da la vida en ninguno de los dos bandos. Hasta ahora, el final suele ser una de las fronteras de la patria.
Verbalmente y por escrito Existe un equivalente de la Jihad Islámica: Pero la vida, qué es la vida, deliberada y deliberadamente, Hasta el momento nadie, con la posible excepción de Franklin Brito, se ha sacrificado por la causa. Hay muchas víctimas y sufrimientos del lado de la oposición, pero son pocos los mártires de conciencia que quieren acabar con sus vidas. El régimen salió fundamentalmente ileso, repugnante pero no ileso: sus pocas muertes fueron producto de luchas internas.
Y ten mucho cuidado con eso. Esta no es una exhortación a la violencia, sino una Venezuela con un proceso evolutivo racional. También puede ser un ejemplo de lo largo, destructivo, doloroso y costoso que puede llevarse a cabo un proceso en todos los ámbitos sociales y económicos sin recurrir a la violencia.
Veremos qué tienen, y cuando se anuncien los resultados de Barbados, mientras tanto, debemos resistir impotentes el embate del caos que reina. Seguimos expresando nuestro rechazo a la situación de la votación en las próximas primarias.
Los resultados de las primarias ya se han anunciado, pero lo principal -dentro y fuera del país- es la cantidad de venezolanos que están dispuestos a moverse y votar por el candidato que más les guste. La piñata viene vacía en esa competencia, pero es un gran ejercicio para entrenar, posicionarse, movilizarse y entrenar para lo que traiga el 2024.
No desaprovechemos esta nueva oportunidad de aportar nuestro granito de arena, porque si algo es seguro es que la indiferencia es el arma de los débiles de corazón. La neutralidad siempre es nada.
Antonio A. Herrera-Vaylant
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